Balsas
Playas. Una de las balsas que aún se observa surcando los mares.Néstor Mendoza

Las balsas ya tienen su historia plasmada en un libro

El texto fue elaborado por personal del Instituto de Patrimonio Cultural

“Para mí, la balsa es algo sagrado. Fuera de mis padres, que me dieron la vida, la balsa fue la que me dio los alimentos. Tengo 75 años y desde los 10 me fui a pescar”. Esto es parte del relato del pescador Félix Mite, que está plasmado en el libro ‘Balsas tradición milenaria de los pescadores artesanales de Playas’.

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En su relato, Mite recuerda que salían a las siete de la noche a pescar para llegar al amanecer, donde estaba la sardina. Eran los años 60. Antonio Escalante recuerda que su tío le enseñó a pescar porque su papá, que era capitán de un barco, se ahogó y nunca apareció.

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El pescador artesanal Carlos Jordán Cruz, de 79 años, es otro de los principales relatores de estas historias. Él asegura que desde los 10 años ya acompañaba a sus padres en las faenas de pesca en las balsas de tres palos, impulsadas a remo y vela.

Jordán también se nutrió de los saberes y experiencia de otros pescadores, a quienes, a algunos, solo los recuerda por sus apodos que se usaban mucho en esos tiempos. A su memoria vienen los Tripliches, Chingerita (los Yaguales), Pancho Piña, Coladita, los Suárez, Teodoro Reyes, el enzapatado Crespín, y otros que ya no están.

Velas
Cuatro meses les tomó a los pescadores artesanales contar sus historiaNéstor Mendoza
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Estos contaban que antes se pescaba con anzuelos: salían en la noche y regresaban al amanecer; salían con sus hijos que estaban aprendiendo a pescar, a quienes se los amarraba a las velas para que no caigan al agua.

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Mite recuerda que antes las vela eran de las telas de los sacos de harina de pan, que le pedían a un señor Aguirre, a los Mite, y Alzamora, que eran los que tenían panaderías en ese entonces. El ejemplar también narra la lucha que algunos pescadores tuvieron con los tiburones, como en aquel entonces se comercializaba la pesca, y de cuando llegó la decadencia de la pesca en balsa.

Cuatro meses les tomó a los pescadores artesanales contar sus historias a los gestores culturales y a delegados del Instituto Nacional de Patrimonio y Cultura (INPC) para que ellos las escriban y queden plasmadas en un libro de 96 páginas, cuyo lanzamiento se realizó el 22 de marzo de 2024. Se editaron 1.500 ejemplares.

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