Campañas de reforestación en Quinticusig para recuperar el paramo perdido

Cerca de 1.500 hectáreas de páramo fueron consumidas por las llamas entre los meses de septiembre y noviembre. Sigchos fue uno de los cantones más afectados por los incendios forestales en Cotopaxi. La siembra de especies nativas como aliso, pumamaqui, tocte y arrayán buscan recuperar las zonas afectadas.

A través de la campaña "Lulú Reforesta", la Prefectura de Cotopaxi ha considerado a la comunidad de Quinticusig como beneficiaria de una iniciativa ambiental. Esta región, afectada hace meses por los incendios forestales en el llamado "jardín colgante de Cotopaxi", recibirá apoyo para la restauración de su ecosistema. La prefecta Lourdes Tibán lidera esta acción junto a los habitantes, iniciando con la entrega de 500 plantas nativas en una primera fase.

En septiembre del año pasado, este sector perdió más de 1.500 hectáreas de vegetación. Las llamas consumieron un espacio verde fundamental para la comunidad, que ahora asume el compromiso de recuperar el páramo devastado por el fuego. La siembra de especies como mortiño, arrayán, laurel de cera, aliso y pumamaqui contribuirá a la protección y restauración del medioambiente.

Lucía Cuchipe, habitante de la zona, expresó su gratitud hacia el Gobierno Provincial por esta iniciativa, que no solo cambiará la imagen del territorio, sino que también permitirá que los árboles florezcan y produzcan materia prima para la elaboración de vino de mortiño. "Va a llevar tiempo recuperar el páramo, pero vamos a luchar por lograrlo", afirmó. Además, hizo un llamado a sus coterráneos para que protejan la naturaleza y trabajen por un entorno libre de contaminación.

Por su parte, la ingeniera Blanca Ilaquiche, técnica de la Dirección de Ambiente del Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial de Cotopaxi (GADPC), informó que la campaña de reforestación, iniciada el año pasado, continuará en coordinación con el Gobierno Municipal de Sigchos. Esta colaboración busca garantizar el seguimiento del proceso de restauración en este y otros sectores interesados en recuperar sus ecosistemas.

Esta acción representa un esfuerzo conjunto entre autoridades y comunidad para devolver la vida a los espacios naturales afectados por los incendios, promoviendo el desarrollo sostenible y la conservación ambiental en la región.

Fabricación de vinos de mortiño

En septiembre pasado las llamas consumieron cientos de hectáreas de vegetación en los páramos de Quinticusig, en el cantón Sigchos, provincia de Cotopaxi afectando a las comunidades y empresas locales que dependen del mortiño, una fruta nativa rica en antioxidantes y utilizada tanto para la elaboración de vinos.

Según los representantes de las empresas vinícolas como El Último Inca y Perla Andina, que abastecen a supermercados nacionales y pequeños negocios. Las perdidas causadas por los incendios forestales fueron cuantiosas. 

Flavio Sigcha, vicepresidente de la comuna Quinticusig y representante de la empresa de vinos El Último Inca, explicó que el impacto de los incendios sobre los cultivos de mortiño fue significativo. "Perdimos aproximadamente 180 mil botellas de vino, lo que equivale a una afectación de entre 1.2 y 1.3 millones de dólares", señaló.

El mortiño tarda alrededor de dos años en regenerarse, y las plantas que logran sobrevivir no producen la misma cantidad ni calidad que antes. "Siempre tenemos una pérdida de entre el 15 y el 20 % de las matas. Algunas se mueren, otras vuelven a nacer, pero las producciones bajan considerablemente", afirmó

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