El cantón Playas encara violencia entre bandas criminales
Las autoridades aseguran que grupos delictivos se han tomado la zona El turismo se ha visto afectado No hay detenidos
Playas, una tranquila localidad, situada al suroeste de la provincia del Guayas, ha sido recientemente escenario de una serie de hechos violentos que tienen a sus habitantes sumidos en el miedo y la incertidumbre.
El último de estos incidentes tuvo lugar la tarde del 17 de octubre, alrededor de las 18:00, cuando un joven de apenas 17 años disparó a quemarropa contra Edisson Triviño, de aproximadamente 48 años. El crimen ocurrió frente a un gimnasio, ubicado en las calles Carlos Paredes y avenida 15 de Agosto, en pleno centro de la ciudad.
Un menor de edad involucrado en muerte violenta
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Los testigos del asesinato narraron con horror cómo el joven atacante, después de disparar siete veces contra Triviño, se alejó con total tranquilidad, como si nada hubiera pasado. “Un muchachito fue el que lo mató, le disparó y se fue tan campante como si nada”, comentaban las personas que presenciaron el crimen. El agresor no mostró señales de nerviosismo, se subió a una motocicleta que lo esperaba en la esquina de la avenida 15 de Agosto y desapareció del lugar.
Horas antes, a la 01:00, un nuevo acto de violencia sacudió el centro de la ciudad: un hombre afroecuatoriano fue asesinado a balazos en la intersección de la avenida Sixto Chang y Aurelio Yépez. Según los informes policiales, el ataque fue llevado a cabo por presuntos sicarios que se movilizaban en motocicleta. Hasta el momento, la víctima no ha sido identificada y no ha habido reclamaciones por parte de sus familiares.
Más hechos violentos
Los testigos coinciden en que esta ola de violencia comenzó el sábado 12 de octubre, durante el feriado por la Independencia de Guayaquil. Ese día, Carlos Damián Cruz Cabrera, un funcionario de la vía pública del Municipio, fue asesinado mientras disfrutaba de su almuerzo en un restaurante de la avenida Pedro Menéndez Gilbert. Solo tres días después, el 15 de octubre, otro joven perdió la vida frente a un grupo de niños que jugaban en una pista de patinaje improvisada en un parque infantil. Al día siguiente, Artemio Arévalo Murillo, de 60 años, también fue víctima de la violencia, intensificando el clima de miedo en la comunidad.
Los cortes de luz nocturnos agravan la situación, forzando a las familias a encerrarse temprano por temor a ser atacadas. “Los militares y la policía realizan operativos, pero no es suficiente”, comentan los vecinos, que prefieren no revelar sus nombres.
La Policía Nacional ha señalado que estos actos de violencia están vinculados a disputas entre bandas delictivas.
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