Los casos de dengue activan las alarmas en Santa Elena

Luis Domínguez, habitante del barrio Galápagos en Santa Elena, acudió ayer al hospital público Liborio Panchana en busca de atención. Llevaba tres días ya con fiebre, cree que tiene dengue. “Un vecino estuvo así por varios días y lo dejaron internado. Creo que tengo lo mismo, me duele todo”, dijo a EXPRESO, mientras esperaba a que le den un turno.

Al igual que Domínguez, decenas de personas acuden al sitio con la misma sintomatología. “Media provincia está con dengue, hay casos con nunca antes. El pasado fin de semana fui al Liborio en busca de atención y la fila era larguísima. Terminé yéndome y buscando atención particular. Allá todo está colapsado. Me aterra que pueda desarrollar dengue hemorrágico. Ahora que se han dado varios casos a nivel nacional, es mejor actuar rápido”, señaló Melissa Carreño, habitante de La Libertad que sobrelleva hoy la enfermedad.

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Pero según el gerente del Liborio Panchana, Álex Rossi Centeno, si bien es cierto que los casos de dengue han aumentado en los últimos días, el hospital no está colapsado como lo han denunciado algunos pacientes. En un recorrido que hizo por las radios de la Península, Rossi hizo hincapié en que tanto en el área de Emergencia como de hospitalización cuenta con espacios libres de atención.

Que no se han registrado tampoco fallecimientos por la enfermedad, añadió; al aclarar que los pacientes que han levantado incluso carpas afuera del centro hospitalario y están a la espera de atención, no necesariamente tienen dengue. “Este es un hospital general, hay pacientes de todo tipo”, sentenció.

Según datos del Ministerio de Salud, en la provincia de Santa Elena hay 327 casos de dengue.

De acuerdo con la información proporcionada por Salud, los casos empezaron a registrarse a inicios de este año, aunque de forma esporádica. El crecimiento se dio en marzo y a mediados de abril, que fue cuando la situación preocupó a la ciudadanía, que hizo un llamado a actuar de forma urgente para evitar que la situación se desborde.

“Los tres cantones están repletos de maleza y aguas estancadas, de canales que se han convertido en criaderos de mosquitos y nadie ha hecho nada. Los alcaldes, las mismas autoridades de Salud ven cómo están Perú y Brasil con el dengue, con cifras alarmantes, y nadie mueve un dedo para no estar vulnerables. En casa, tengo tres familiares con dengue. Tres de cinco, es hartísimo”, señaló Nathalie Ricaurte, habitante de La Milina.

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El director de epidemiología del MSP Santa Elena, Raúl Gusha, quien confirmó que en el mismo período del año pasado los casos no llegaron ni a los 200, señaló que el incremento este 2024 se dio entre las semanas 16 y 17. “Estamos en la 18 y nos estamos acercando a los parámetros normales. En la semana 16 hubo 35 casos; en la siguiente, 28, y de inmediato se dispuso hacer fumigaciones en los sitios donde se confirmó la enfermedad y que han sido monitoreados de cerca. En todos se han levantado cercos epidemiológicos”, indicó.

Pero estas medidas no logran convencer a las familias que habitan en las periferias de cada una de las ciudades de la provincia o en los barrios residenciales como La Milina, Las Dunas, Costa de Oro, Puertas del Sol, la parroquia Muey, todas en Salinas; donde la maleza supera el metro y medio de altura en prácticamente todas las calles.

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“Tenemos matorrales que nadie limpia y ni se diga aguas estancadas por el rebose de las alcantarillas. Esperamos que el Municipio de Salinas tome acciones urgentes, ellos son los llamados a trabajar por el bienestar de la población, que ahora está en riesgo”, dijo el morador Marcos Campos, del sector Costa de Oro.

En Puerta del Sol, otro sector residencial de Salinas, su presidente Manuel Lara ha enviado oficios al Municipio de Salinas y al Gobierno Parroquial de Muey para que intervengan el lugar con el desbroce en los solares cubiertos de monte.

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“Estamos a la espera de las acciones, esto es grave porque ya se conoce de muchos casos de dengue. Cuidado se complica esto debido a la falta de decisión de las autoridades”, manifestó Lara.

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