En el cementerio de Posorja ya no entra ni un alma más
Bóvedas están repletas; una opción es llevar los cuerpos a Tenguel. Edil sugiere nuevo camposanto. Hay proyecto de más tumbas
La realidad de los cementerios municipales es que no hay espacio. Un ejemplo es el camposanto de Posorja, una de las cinco parroquias rurales de Guayaquil, cuyas 350 bóvedas divididas en dos bloques se encuentran saturadas. Allí lo único disponible es una veintena de nichos.
Como ya no hay lugar para realizar sepulturas, la opción que tienen los deudos por ahora es ir a la parroquia Tenguel, a unas cuatro horas de distancia. En ese lugar está otro camposanto, pero únicamente hay espacio para adultos.
Carlos Figueroa, administrador del Cementerio Municipal de Posorja, en el barrio La Fortaleza, diagonal a la antigua Marina, le contó a EXPRESO sobre este panorama: “Contamos con dos bloques que están en su totalidad llenos. Posorja no cuenta con las instalaciones con bóvedas por el tema de la inseguridad que se ha vivido a nivel nacional”.
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El lugar, que fue construido en 2018 y empezó a ocuparse en los días en que la pandemia de COVID golpeaba al Ecuador, tiene guardianía, cerco eléctrico y en la fachada principal se deja claro que todos los servicios son gratuitos.
Este tema no es desconocido en el Municipio de Guayaquil, liderado por Aquiles Álvarez, pues el concejal rural Manuel Romero ya lo ha dado a conocer tanto al alcalde como a sus compañeros concejales. A juicio del edil, es necesario que en la parroquia, que cuenta con más de 33.000 habitantes, se construya un nuevo cementerio.
El Municipio conoce del tema y determina posibles soluciones
En una reciente sesión del cuerpo edilicio reveló que está en proceso la construcción de 300 bóvedas, aunque esto, remarcó, sería una “anestesia a la necesidad”. “Lo fundamental es construir un nuevo cementerio”, insistió Romero, quien también solicitó que todos los camposantos municipales sean registrados en la Empresa Pública de Acción Social y Educación (DASE EP), entidad que administra estos espacios.
Su argumento lo dio por las parroquias Juan Gómez Rendón, El Morro y Puná.
Mientras que el alcalde dijo, en esa misma sesión, que la DASE levantará una “reestructuración integral” en todo lo que tiene que ver con los cementerios municipales, sobre todo en los de las parroquias rurales. Reconoció que este tema es “terrible por muchísimas situaciones”.
Sobre la futura construcción de un nuevo cementerio, Figueroa puntualizó que ya se han realizado muestras en el suelo con el fin de que se levanten más bóvedas en el interior del camposanto, pero no en otro sector. Él prevé que sean 350 tumbas distribuidas en un bloque de dos pisos.
Sin embargo, hay un problema que irrita desde hace años a los vecinos del cementerio de la localidad: la polvorosa calle que conecta con el camposanto, así como la maleza y desechos que se concentran en los exteriores.
El administrador agregó que ya se ha hecho el pedido a las autoridades, con el fin de que aterrice una intervención que mejore el espacio para beneficio ciudadano, pues ya se vienen las lluvias, que vuelven intransitable el lugar. Además, temen que proliferen los insectos.
En la zona de los matorrales se forman unas especies de guaridas que alarman a más de uno. Ahí las mingas no son suficientes.
Cabe recordar que hace unos meses hubo un hecho que encendió las alarmas en la ciudad: se denunció que personas cobraban dinero por los espacios en los cementerios municipales. Camilo Samán, gerente general de la DASE, confirmó a EXPRESO esta realidad con la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado en sus manos.
No se conocen muchos detalles de este caso (se dice que se pedían hasta 400 dólares por los espacios), pero preocupa en medio de la insuficiencia de bóvedas en los camposantos municipales. Una de las soluciones que se han barajado es exhumar los cuerpos para colocarlos en nichos pequeños, con el fin de liberar espacios.
Un suceso violento en uno de los cementerios municipales
En el tema de seguridad, un hecho violento se dio el pasado 26 de junio en el cementerio Ángel María Canals, situado en las calles 38 y F, suburbio de la ciudad. El administrador de aquel espacio municipal fue asesinado. Tras el suceso, quedaron suspendidas las visitas al camposanto y las sepulturas.
El Cabildo, por su parte, ha resaltado que para acceder a los servicios los ciudadanos deben acercarse a las oficinas administrativas de cada cementerio.
