Una ceremonia ancestral para conectarse con sus dioses
Los comuneros de Sacachún en Santa Elena, promueven su identidad patrimonial
Sacachún, un pequeño poblado del sur peninsular conocido por su rica herencia cultural y espiritual fue el escenario de dos emotivas ceremonias ancestrales realizadas para promover y fortalecer su identidad patrimonial.
Los eventos se llevaron a cabo al pie del monolito San Biritute, ubicado en el centro de la localidad, y en el enigmático círculo de piedra situado en una de las montañas más altas del lugar.
Jóvenes y adultos de la comunidad participaron en danzas, cantos y meditaciones para honrar a los dioses ´Guancavilcas´. Este encuentro no solo representa una oración por la paz, la tierra y la armonía del agua, sino que también refuerza los lazos culturales entre los asistentes, tanto locales como visitantes.
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En el área de la ceremonia, los participantes esparcieron flores blancas y rojas formando un círculo. Luego utilizaron el humo de incienso encendido en pequeñas vasijas de barro que los envolvió simbólicamente. En el centro, colocaron una ofrenda compuesta por decenas de frutos cultivados en sus propias fincas.
OFRENDAS PARA HONRAR A SUS SERES QUERIDOS
Entre los presentes se encontraban los gestores culturales María Lucía Ayala, de Argentina, y los colombianos Sabi Rueda y Juan Carlos Ayala, quienes quedaron impresionados por la profundidad y simbolismo del ritual.
José Villón Torres, escritor e historiador de la península, dice que podrían tratarse de tumbas antiguas utilizadas por los ancestros Guancavilcas para honrar a sus muertos.
“El diseño y la ubicación de estos círculos refuerzan la teoría de que eran puntos clave para ceremonias espirituales y actividades rituales de gran importancia para las culturas originarias”, explica Villón.
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