Chanduy: Entre el terror y la sed de justicia por la masacre de ocho personas
En lo que va de este 2024, en la provincia de Santa Elena se registran 76 asesinatos
El horror se apoderó de las comunas El Real y Puerto de Chanduy tras la brutal masacre de ocho personas en el bar "El Ídolo" la madrugada del sábado. La comunidad vive en un clima de zozobra y temor, con la incertidumbre de que la violencia pueda escalar en busca de venganza.
Los lamentos se escuchan en voz baja, pues el miedo a las represalias de las organizaciones narco delictivas que operan en la zona mantiene a los pobladores callados. "Es preferible guardar silencio", comenta un lugareño con resignación.
La masacre se presume como un ajuste de cuentas dirigido a los hermanos Raúl y Milton Pizarro Flores y José Pizarro González, quienes según las investigaciones policiales, ya habían recibido amenazas de muerte.
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Fuentes revelaron a este medio que cuando los ´Pizarro´ llegaron al centro de diversión nocturna, la mayoría de los allí presentes abandonaron el local como presagiando la terrible desgracia, es que al parecer sus enemigos ya le seguían sus pasos.
La comunidad teme que la muerte de los Pizarro desencadene una espiral de violencia, con sus familiares y amigos buscando venganza. Chanduy, considerado el segundo puerto más peligroso de la península después de Anconcito, podría verse envuelto en una ola de asesinatos.
Las víctimas inocentes también generan profunda tristeza. Entre las personas que perdieron la vida se encuentran tres mujeres que trabajaban en el bar: Suanni Ingrid Cruz Tuarez, Sabrina Luzmila Cruz Ramírez y Estefany Choez.
Suanni Ingrid Cruz Tuarez, de 32 años, era una mujer querida y admirada por su belleza, amabilidad y espíritu colaborador. "La vamos a extrañar mucho", lamenta una de sus vecinas.
Sabrina Luzmila Cruz Ramírez, residente en La Libertad, y Estefany Choez, también de La Libertad, viajaban todos los días al bar para trabajar. Ambas eran jóvenes trabajadoras que no merecían este trágico final.
Gilbert Amado Beltrán Silvestre, de 21 años, era un joven de Pechiche que acudía al bar para ayudar a las chicas que allí laboraban. Según sus allegados, le gustaba una de ellas y no tenía nada que ver con la violencia.
La investigación avanza, con un equipo de inteligencia policial trabajando para identificar y capturar a los responsables. Hasta el momento, se presume que la masacre fue dirigida contra la organización "Los Choneros".
La violencia en la provincia de Santa Elena sigue cobrando vidas. En lo que va del 2024, ya se han registrado 76 asesinatos por impactos de bala, superando los 75 homicidios del 2023.
La comunidad de Chanduy clama por paz y justicia. La masacre ha dejado una profunda herida en el corazón de la población, que necesita urgentemente medidas para frenar la violencia y garantizar su seguridad.
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