¿En qué consiste la fiesta del Inga Palla en Tisaleo?
La festividad atrae a decenas de personas que se trasladan a un viaje al pasado para revivir la historia y honrar las raíces
Con tambores, cantos y mucha alegría en Tisaleo se preparan para una de las celebraciones más importantes de su calendario festivo: el Inga Palla. Esta fiesta, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador, combina la resistencia indígena contra la colonización española con la veneración a Santa Lucía, la patrona de la vista.
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La festividad, cuyo punto culminante es la escenificación de la batalla que tuvo lugar en 1535, permite revivir la historia y honrar las raíces culturales del cantón.
El Inga Palla inicia con las tradicionales ‘Quincenas’, eventos previos que marcan el inicio de la festividad y presentan a los personajes que participarán en la escenificación. En estas reuniones, se inscriben los actores voluntarios y se ofrece un espacio para conocer más sobre el significado ancestral de la fiesta. Uno de los momentos más esperados es la ‘Quincena del Capitán del Pueblo’ o del Cacique de Tisaleo, donde los asistentes presencian un rito de bienvenida a la tribu y participan en actividades simbólicas como los “castigos” a quienes no han cumplido con sus deberes comunitarios, en una representación que recuerda las normas y jerarquías de la antigua estructura social indígena.
Durante la Quincena del Capitán, que se realizó la primera semana de octubre, los organizadores ofrecieron comida a todos los asistentes, mostrando la generosidad y el espíritu comunitario de la celebración.
Mujeres y hombres, ataviados con trajes tradicionales se encargan de preparar la comida con dedicación, utilizando ingredientes locales como maíz, papas y carne de borrego. “Cada receta tiene su historia. Cocinar para la comunidad es una manera de honrar a nuestros ancestros”, comentó doña Rosario Navas, una de las cocineras encargadas, mientras removía un humeante caldo de gallina. La comida se comparte con todos los asistentes, sin distinción, lo que simboliza el valor de la reciprocidad en la cosmovisión andina.
El Inga Palla es, ante todo, una ceremonia de memoria y resistencia. En su acto principal, el 21 de octubre, la comunidad se reunirá en el sector de El Relleno para escenificar la batalla entre el cacique Tisaleo y las tropas españolas.
El enfrentamiento, que representa la lucha de los pueblos indígenas por defender su territorio y cultura, no es solo un espectáculo teatral, sino una reafirmación de la identidad y el espíritu de lucha de la comunidad, resaltó el alcalde Milton Ramírez.
La recreación de una batalla
El cacique Tisaleo liderará a más de cien personas que se vestirán con trajes tradicionales para representar a los guerreros indígenas. La batalla, que se realizará el 20 y 21 de octubre próximo, será una confrontación simbólica en la que se recreará la ferocidad y valentía del pueblo Tisaleo, que hace casi cinco siglos enfrentó a un ejército de 200 soldados españoles apoyados por 11 mil cañaris, con la esperanza de detener su avance hacia el Reino de Quito.
Pero el Inga Palla no es solo una remembranza de la resistencia indígena, también es una festividad religiosa que honra a Santa Lucía. Según la tradición local, la imagen de la santa apareció en 1698 en las faldas del Carihuairazo, y con el tiempo, los dos eventos -la llegada del cristianismo y la resistencia indígena- se fusionaron en una sola festividad que celebra la fe y la lucha del pueblo tisaleño. Es así como Tisaleo unificó dos festividades con orígenes diferentes en la que rememoran sus raíces.
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