Una creciente ola de secuestros sacude a Quevedo
En los últimos meses, la provincia de Los Ríos ha sido testigo de una alarmante ola de secuestros
En los últimos meses, la provincia de Los Ríos, particularmente la ciudad de Quevedo, ha sido testigo de una alarmante escalada de secuestros, un delito que ha sembrado temor y desasosiego en sus habitantes. Lo que antes eran casos aislados se ha transformado en un fenómeno recurrente, afectando tanto a ciudadanos de clase media como a empresarios locales y funcionarios públicos.
Un clima de miedo e incertidumbre.
Estos hechos delictivos han alterado profundamente la paz social de Quevedo, conocida como la capital económica de Los Ríos. La modalidad de los secuestradores suele ser directa y violenta, exigiendo elevadas sumas de dinero a cambio de la liberación de sus víctimas. La sensación de inseguridad ha convertido las actividades cotidianas en riesgosas, generando un ambiente de tensión constante entre la población.
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Aunque las autoridades han implementado operativos de patrullaje y seguridad, gran parte de la ciudadanía percibe estas acciones como insuficientes frente a la creciente amenaza.
Historias de terror y supervivencia
El transportista: un caso de angustia prolongada
Un transportista de 55 años narró cómo fue secuestrado mientras conducía su camioneta en una zona rural de Quevedo. En un instante, hombres armados lo interceptaron, lo obligaron a detenerse y lo llevaron a una casa remota. Allí lo maniataron y exigieron 50.000 dólares a sus familiares. Finalmente, tras intensas negociaciones, los captores aceptaron 15.000 dólares, divididos en varios pagos, antes de liberarlo.
El transportista describió su experiencia como los momentos más largos y aterradores de su vida, agravados por la incertidumbre y la violencia latente de sus captores.
El comerciante: una negociación desesperada
Un comerciante fue secuestrado en la vía a Mocache cuando intentaba cambiar una llanta. Los secuestradores inicialmente demandaron 30.000 dólares, pero tras largas horas de cautiverio, el hombre logró que aceptaran 10.000 dólares. Durante su secuestro, escuchó a los delincuentes hablar sobre futuras víctimas, evidenciando la planificación y organización de estas bandas.
Ambos testimonios reflejan la extrema vulnerabilidad que enfrentan los ciudadanos en Quevedo, donde los secuestros se han convertido en una amenaza constante.
La respuesta de las autoridades
El jefe de la Policía en Quevedo, Washington Chuga, aseguró a EXPRESO que la fuerza pública está trabajando arduamente para combatir este fenómeno, con el apoyo de la Unidad Antisecuestros (Unase). Sin embargo, destacó la importancia de que las víctimas denuncian los casos, a pesar de las amenazas de represalias.
Por su parte, las Fuerzas Armadas, bajo el mando del Grupo de Fuerzas Especiales #26 Cenepa, explicaron que el auge de los secuestros podría estar relacionado con el debilitamiento del narcotráfico en la región. Grupos criminales, ante la imposibilidad de seguir operando en el comercio de drogas, han optado por el secuestro como una alternativa para obtener ingresos rápidos.
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