El Ejército intervino en el sitio para que se realicen los levantamientos de cadáveres.
El Ejército intervino en el sitio para que se realicen los levantamientos de cadáveres.CORTESÍA

Esto es lo que se sabe de la masacre en Camilo Ponce Enríquez

De los ocho asesinados, cuatro fueron decapitados. Sus cabezas estaban en un saco de yute

En el cantón Camilo Ponce Enríquez, provincia del Azuay, hay incertidumbre y temor ante el aumento de la violencia criminal. La tarde de este jueves 27 de junio se descubrieron ocho cuerpos con signos de tortura y calcinados, cuatro de ellos no tenía cabeza.

Eran las 16:00, cuando la Policía verificó la masacre en la concesión minera Estrella de Oro, ubicada en la zona rural Santa Martha, Azuay. Tras recibir alertas por videos difundidos en redes sociales y testimonios de testigos que prefirieron mantenerse en el anonimato, los uniformados avanzaron al sitio para verificar los hechos.

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Al llegar al lugar, la Policía Nacional, junto con personal de criminalística, constató la presencia de ocho cadáveres. Los cuerpos, algunos decapitados y otros calcinados, estaban apilados, unos sobre otros, en un estado avanzado de descomposición. El mayor Gabriel Ochoa, al mando del equipo de criminalística de El Oro, supervisó las labores en el sitio. Se encontraron indicios balísticos, y se realizó el levantamiento de los cuerpos en coordinación con la fiscalía, ordenada por Pedro Maldonado.

Hasta las 13:00 de este viernes, los cuerpos aún no han sido identificados, y se presume que las víctimas eran miembros de una organización delictiva organizada (GDO) Los Lobos, oriundos de la parroquia Puerto Bolívar, en El Oro, quienes se habían apoderado de la mina hace dos semanas, según la principal hipótesis de la policía del Azuay.

“Según los testimonios anónimos y la información que hemos recabado, los occisos habrían ingresado por la fuerza a la mina hace una o dos semanas, desalojando a los trabajadores del lugar. En la noche del lunes y madrugada del martes, otro grupo armado habría irrumpido en la mina para asesinar a los individuos. Las víctimas habrían sido torturadas antes de ser decapitadas y calcinadas”, dijo una fuente policial.

En el Centro Forense aún no llegaban familiares para reconocer a los asesinados.
En el Centro Forense aún no llegaban familiares para reconocer a los asesinados.CORTESÍA

MOTIVOS DE LA MASACRE

Se sospecha que el motivo de este atroz crimen está relacionado con el control territorial y las actividades ilícitas en el cantón minero. Los occisos habrían estado implicados en asesinatos relacionados con los casos "Buenos Aires" y "Santa Marta" en el distrito de Ponce Enríquez, en los que las víctimas pertenecían a la GDO Los Lobos. Esta podría ser una represalia por aquellos crímenes.

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El área donde ocurrió el hecho es una zona conflictiva donde convergen las provincias de Azuay, El Oro y Guayas. La actividad minera ilegal ha atraído a varias células de la banda Los Lobos que disputan violentamente el control de estas economías ilícitas.

ZONA DE CONFLICTO

Las zonas rurales de Camilo Ponce Enríquez se han convertido en lugares de conflicto, solo en lo que va de junio se han registrado 15 asesinatos.

El lugar donde se registró la masacre, está ubicada aproximadamente a una hora y media de la cabecera cantonal.

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El comandante subrogante de la Subzona Azuay, Carlos Rivadeneira, corroboró que las muertes ocurrieron entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de junio. “Ponce Enríquez, está en un área conflictiva donde convergen las provincias de Azuay, El Oro y Guayas, por eso ha sido escenario de enfrentamientos entre bandas criminales que buscan controlar las concesiones mineras y establecer economías ilícitas”, dijo el jefe policial.

En días previos al hallazgo, aproximadamente 300 uniformados habían realizado una intervención en el cantón con el objetivo de mitigar y disuadir las acciones delictivas de estas bandas. No obstante, el hecho evidencia la feroz lucha por el poder y el control del territorio.

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