La fetidez del relleno sanitario hastía a los habitantes de Loja
Habitantes del sector Chontacruz-Punzara alzan la voz por los insostenibles olores. La reubicación de la obra, en el limbo
Los habitantes del suroccidental de Loja, sobre todo los de Chontacruz-Punzara, están al borde del colapso. Diariamente enfrentan los fuertes olores del relleno sanitario, ubicado en las cercanías; escenario que, advierten, pone en riesgo su salud y bienestar.
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Leer más“Los niños y jóvenes son los más perjudicados y propensos a las enfermedades”, aseguró María Ramírez, residente de Punzara. Juan Rogelio Medina, otro afectado, añadió que “desde hace algunos meses la situación se volvió más crítica”.
Y es que el problema no se limita a los olores. En las inmediaciones de la estructura está una escuela ecológica construida en 2004 bajo la administración del exalcalde José Bolívar Castillo. Allí, alrededor de 500 niños deben soportar diariamente la pestilencia, convirtiendo el lugar en una “bomba de tiempo”.
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El concejal Pablo Carrión señaló que el relleno sanitario ya cumplió con su vida útil. “El alcalde Franco Quezada no ofrece ninguna solución al inconveniente de reubicar la escuela, al menos”, criticó Carrión.
Por su parte, el concejal Pablo Quiñones denunció la falta de insumos adecuados para los trabajadores de higiene que laboran en el sitio, quienes solo reciben tres mascarillas a la semana, exponiéndose así a enfermedades.
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Leer másEste Diario solicitó una entrevista al alcalde para hablar del tema y las soliciones inmediatas, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.
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La obra, construida entre 1996 y 1997, procesa mensualmente alrededor de 2.880 toneladas de desperdicios orgánicos (60 %) y 1.920 toneladas de inorgánicos (40%). Además, maneja desechos biopeligrosos provenientes de casas de salud públicas y privadas. La inacción ante este problema ha dejado a la comunidad en una situación insostenible, denuncian los consultados.
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