Galera: un pueblo esmeraldeño que se aferra a su fe y devoción
La devoción a la Virgen del Carmen es palpable en cada rincón. La celebración recuerda milagros y se ve reflejada en altares
En la costa sur de la provincia de Esmeraldas, anidado en el cantón Muisne, se encuentra el pequeño y pintoresco pueblo de Galera. Con más de 500 habitantes, esta parroquia rural no solo es un paraíso natural, sino también un bastión de fe y tradición. Las calles de Galera, adornadas con casas de madera y senderos que llevan al mar, son testigos del fervor de una comunidad unida por su devoción a la Virgen del Carmen, también conocida como la Virgen del Mar por los pescadores.
El mar, un aliado de la fe de los pescadores peninsulares
Leer másLos habitantes de Galera son personas de corazón generoso y espíritu alegre. Su vida diaria está profundamente ligada al mar, con la pesca, siendo una de las principales actividades económicas. En Galera hay aproximadamente 150 pescadores que viven de los frutos del mar. Desde tempranas horas de la mañana se pueden ver a los pescadores preparando sus redes y embarcaciones, mientras el sol tiñe de dorado las aguas del océano.
La devoción a la Virgen del Carmen es palpable en cada rincón del pueblo. Para los galereños, la Virgen no solo es una figura religiosa, sino una protectora, una guía en los momentos de adversidad. La fe de la comunidad se refleja en los altares que adornan las casas, donde pequeñas estatuas y cuadros de la Virgen del Carmen están rodeados de velas y flores frescas.
Galera confía en los cuidados que la Virgen le ha dado al pueblo
La celebración recuerda milagros y actos de fe, como el caso de Nelson Mera, un pescador que recuperó su lancha a la deriva en alta mar tras encomendarse a la Virgen y, en agradecimiento donó una imagen de la Virgen del Carmen y prometió celebrar su festividad cada año.
Rosario Quintero, una anciana que ha vivido por años en Galera, asegura que es gracias a la protección de la Virgen que en el pueblo no pasa nada. “En todos lados se escucha de muertes y asesinatos, pero aquí se vive tranquilo”, asegura Inés, convencida de lo que dice.
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Carlos Mejía, un pescador de 45 años, comparte su historia con los ojos llenos de gratitud. “Hace unos años, mi bote quedó atrapado en una tormenta. Las olas eran enormes y pensé que no lo lograría. Recé a la Virgen del Carmen con todo mi corazón y, de repente, el mar se calmó. Pude regresar a casa sano y salvo. Desde entonces no hay un solo día en que no le agradezca a la Virgen por su protección”, relata Carlos con emoción.
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Leer másMónica Luna, una mujer del pueblo, cuenta su experiencia con una sonrisa serena. “Mi nieto nació prematuro y los médicos no nos daban muchas esperanzas. Toda la familia rezamos a la Virgen del Carmen y le prometimos que si el niño sobrevivía participaríamos en la procesión cada año. Hoy, mi nieto es un joven fuerte y saludable. No hemos faltado a ninguna procesión desde entonces”.
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Las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, una tradición viviente
La llegada de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen transforma Galera en un lugar aún más especial. Durante los días previos, la comunidad se une para embellecer el pueblo. Listones de colores adornan las calles y las fachadas de las casas se pintan con nuevos brillos. Los concursos de pintura para niños y jóvenes son una tradición que no solo embellece el lugar, sino que también fomenta el sentido de pertenencia y orgullo.
“Nosotros nos preparamos con dos meses de anticipación, todos los habitantes colaboran con las festividades, cada casa pone su granito de arena. Y lo hacen porque Galera es un pueblo de fe”, afirma Gina Ríos, presidenta del GAD Parroquial de Galera.
Actividades que destacan el día de la procesión
El día de la procesión, el 16 de julio de cada año, el pueblo se llena de vida. Varias embarcaciones, decoradas con flores y banderas, se hacen al mar llevando la imagen de la Virgen del Carmen. Este recorrido marítimo es uno de los momentos más esperados, con los devotos entonando cantos y rezos mientras disfrutan del impresionante paisaje costero. La imagen de la Virgen, sobre una barca adornada, parece bendecir las aguas que sustentan la vida del pueblo.
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De vuelta en tierra, el arrullo de la Virgen reúne a la comunidad en un canto colectivo lleno de esperanza y gratitud. La procesión continúa por las calles del pueblo, donde los fieles, con velas en mano, acompañan a la imagen en su recorrido. La jornada culmina con una misa campal en la playa, donde el sonido de las olas se mezcla con las oraciones y cantos. Es aquí donde se realiza la bendición e imposición de escapularios a los pescadores, un momento de profunda emoción y devoción.
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Leer másGalera, con su mar, su gente y su devoción, es un lugar donde la fe se vive y se respira. La Virgen del Carmen es más que una patrona; es un símbolo de esperanza y fortaleza para todos los galereños. Cada año, durante las fiestas, el pueblo reafirma su identidad y su unión, celebrando no solo su fe, sino también su cultura y sus tradiciones. En Galera, la Virgen del Carmen es el corazón que late al ritmo de las olas, uniendo a su gente en un abrazo de devoción y esperanza.
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