Arte y gastronomía se mezclan en proyecto en Ambato
Ambato. Un nuevo espacio que mezcla el arte y la gastronomía gana terreno en la ciudad.Yadira Illescas

Gestores culturales fusionan el arte y la gastronomía en Ambato

La novedosa tendencia, impulsada por Paúl Altamirano y Juan Fernando Darquea, comienza a ganar seguidores en la ciudad

En los últimos años, una nueva tendencia ha ganado fuerza entre los amantes del arte y la gastronomía: la fusión de estas dos disciplinas, acompañada por el maridaje de vinos de diversas partes del mundo.

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Los gestores culturales Paúl Altamirano y Juan Fernando Darquea han sido pioneros en promover esta experiencia enriquecedora que combina el aprendizaje de la historia del arte con la degustación de buena comida y vino en Ambato.

Arte y gastronomía se mezclan en proyecto en Ambato
Paúl Altamirano y Fernando Darquea promueven una nueva manera de disfrutar del arte, mediante la gastronomía y el vino en Ambato.Yadira Illescas

Paúl Altamirano, director de la Escuela del Arte Atelier, ubicado en la Casa de la Cultura, ha liderado eventos en los que se invita a las personas a aprender sobre maridaje y arte.

"El objetivo es que quienes asisten no solo aprendan sobre la historia del arte, sino también disfruten del vino y la gastronomía, mientras pintan algún cuadro", explicó Altamirano.

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Por su parte, Juan Fernando Darquea se ha enfocado en difundir la cultura del vino a través de su proyecto "La Bodega del Catador", surgido durante la pandemia del coronavirus.

"Nuestra idea es compartir el origen de los vinos del viejo y nuevo mundo, aprender sobre sus historias y cómo se pueden combinar con diferentes tipos de gastronomía, todo en un ambiente artístico", comentó Darquea.

Una fórmula que gana seguidores en Ambato

Los eventos organizados por los gestores de cultura se están propagando más en la ciudad, realizando catas con vinos de diversos países, todo acompañado por obras representativas de cada lugar.

Trabajamos con pinturas de artistas icónicos de diferentes regiones, mientras los asistentes degustan vinos que combinan perfectamente con la gastronomía típica de esos lugares”, añadió Altamirano.

Uno de los aspectos más interesantes es que participan, por ejemplo, personas que nunca habían utilizado un pincel. “Es una forma de relajarse, de aprender, y de disfrutar de una experiencia diferente”, aseguró Altamirano. Para él, se trata de una iniciativa que enriquece tanto el paladar como la mente.

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