Inuit en Sudámerica
Comunidad. Los habitantes de Atahualpa tienen una dieta diaria de pescado oleoso sin que afecte su metabolismo.Cortesía/UEES

Los "Inuit" de Sudamérica: la sorprendente historia genética de Atahualpa

Estudio universitario encuentra conexión genética debido al metabolismo de pueblos indígenas de la Costa.

Atahualpa es un pequeño pueblo costero de Ecuador, ubicado en la provincia de Santa Elena. A simple vista, es un lugar como cualquier otro de la región, con pescadores que dependen del mar para su sustento y generaciones de familias que han vivido allí desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, una investigación de más de una década ha revelado un hallazgo sorprendente: sus habitantes comparten una conexión genética con los antiguos pueblos Inuit del Ártico.

Este descubrimiento, liderado por el doctor Oscar del Brutto, director del Proyecto Atahualpa y profesor de Neurología en la Universidad Espíritu Santo, ha cambiado la forma en la que entiende la relación entre la alimentación, la genética y la salud en poblaciones indígenas sudamericanas. “Los habitantes de Atahualpa tienen un 94,1% de ancestro amerindio”, explica Del Brutto. “Eso significa que su linaje proviene directamente de los primeros pobladores que cruzaron el Estrecho de Bering hace más de 15.000 años y migraron hacia el sur del continente”.

Cuyes Ecuador

Bacterias peligrosas en cuyes: estudio advierte sobre posible transmisión a humanos

Leer más

Un viaje de miles de años

La historia comienza en lo que hoy es el Estrecho de Bering, la franja de mar que separa Alaska de Rusia. Durante la última glaciación, hace aproximadamente 18.000 años, este estrecho era un puente terrestre llamado Beringia. Grupos humanos provenientes de Asia quedaron atrapados allí debido a las murallas de hielo que los rodeaban, y vivieron en este ambiente extremo por millas de años.

“El único alimento disponible para estas poblaciones eran los mamíferos marinos y los pescados ricos en grasa”, explica Del Brutto. “Esto llevó a que su genética se modificara con el tiempo, en un proceso conocido como selección natural”. Los Inuit actuales, por ejemplo, desarrollaron mutaciones en genes clave que les permiten metabolizar grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 sin los efectos negativos que otros grupos humanos podrían experimentar.

Cuando el hielo comenzó a retirarse, estos pueblos migraron hacia el sur, siguiendo a los mamuts y otras especies de caza. Durante millas de años, avanzaron por la costa del continente americano hasta llegar a Sudamérica. Se asentaron en lo que hoy es Ecuador, dando origen a la Cultura Vegas, una de las más antiguas del país, con más de 12.000 años de antigüedad.

"Sabemos que población esta dejó huellas en la historia porque en sitios arqueológicos cercanos, como Real Alto, se han encontrado restos humanos con datos similares", comenta Del Brutto. "Nuestras hipótesis era que los habitantes actuales de Atahualpa eran descendientes directos de estos primeros pobladores, y la genética nos ha dado la respuesta".

Un metabolismo adaptado a la dieta del mar.

El Proyecto Atahualpa lleva más de 12 años estudiando la salud de la población de la zona. Originalmente, el enfoque era investigar factores de riesgo cardiovascular y enfermedades neurológicas. “Comenzamos analizando qué factores influyeron en la salud de la gente, y poco a poco nos dimos cuenta de que había algo especial en su dieta”, relata Del Brutto.

tipo de sangre

Estudio revela que personas con este grupo sanguíneo podrían envejecer más lentamente

Leer más

Los habitantes de Atahualpa consumen grandes cantidades de pescado, en particular especies oleosas como el dorado y el atún, ricos en omega-3. “Lo curioso es que ellos pueden comer hasta 30 porciones de pescado a la semana sin que eso represente un riesgo para su salud. En la mayoría de las poblaciones, un consumo tan alto de pescado graso aumentaría el colesterol y podría generar problemas cardiovasculares”, explica.

Este patrón llevó a los investigadores a plantearse una pregunta clave: ¿podría haber una base genética que explicara este fenómeno? Para responderla, el equipo de Del Brutto se coopera con genetistas de la Universidad de California en Berkeley y de la University College London. Se tomaron muestras de ADN de 50 residentes de Atahualpa y se analizaron en el laboratorio del Dr. Rasmus Nielsen, un genetista de renombre mundial.

Los resultados fueron reveladores: los habitantes de Atahualpa presentan mutaciones en genes como SUFU y LRP1B , que regulan la grasa corporal y los niveles de colesterol. “En términos simples, su metabolismo está diseñado para procesar eficientemente los ácidos grasos del pescado”, señala Del Brutto. "Es la misma adaptación genética que encontramos en los Inuit de Groenlandia, solo que en Sudamérica".

Comunidad
Investigación. El Proyecto Atahualpa cumple doce años con grandes hallazgos en la medicina y la genética.Cortesía.

Implicaciones para la salud y la nutrición

El descubrimiento no solo tiene valor antropológico, sino que también abre nuevas líneas de investigación en salud pública y nutrición. "Este estudio demuestra que no todas las dietas son iguales de beneficiosas para todas las personas", advierte Del Brutto. "El consumo de grandes cantidades de pescado puede ser positivo para poblaciones con esta mutación genética, pero podría no tener los mismos efectos en otros grupos humanos".

En un mundo donde las recomendaciones dietéticas suelen generalizarse, estos hallazgos refuerzan la importancia de considerar la genética individual en la nutrición. “La alimentación debe ser personalizada”, sostiene el investigador. “Un europeo que consuma 30 porciones de pescado graso a la semana podría enfrentar serios problemas de salud, mientras que para la población indígena de Atahualpa es un hábito saludable”.

Además, este estudio ofrece pistas sobre la evolución de las enfermedades cardiovasculares en diferentes poblaciones. "La Organización Panamericana de la Salud ha señalado que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la región", comenta Del Brutto. "Comprender cómo la genética influye en estos riesgos podría ayudarnos a desarrollar estrategias de prevención más efectivas".

Un avance para la ciencia mundial.

Universidades convenios internacionales

Pasaporte académico: ¿Qué universidades tienen convenios en el extranjero?

Leer más

El estudio, publicado en la revista Genes, Genomes, Genetics , representa un hito en la investigación genética en Sudamérica. "Estamos confirmando teorías antropológicas con evidencia científica", destaca Del Brutto. "Es un paso adelante en el conocimiento de los primeros pobladores de América y su relación con las poblaciones actuales".

El Proyecto Atahualpa comenzará expandiendo su investigación en comunidades vecinas como El Tambo y Prosperidad. “Queremos ver si estos patrones genéticos se repiten en otras poblaciones costeras del país”, afirma Del Brutto.

Para los habitantes de Atahualpa, este estudio ha sido un redescubrimiento de su propia identidad. “Ahora sabemos que no solo somos ecuatorianos, sino descendientes de los primeros pobladores de América”, dice uno de los residentes entrevistados. “Nuestros antepasados cruzaron continentes, sobrevivieron al hielo y al mar, y hoy seguimos aquí, con su legado en nuestros genes”.

¿Te gusta leer Diario EXPRESO? SUSCRÍBETE AQUÍ.