Un laberinto de calles minadas en Quevedo pone en riesgo a los ciudadanos
Vías del norte y del corazón de la ciudad tienen grietas hace años. El Municipio dice que atiende los zonas más críticas
Las calles dañadas y con huecos a lo largo de Quevedo representan una gran molestia para los conductores y ciudadanos. En la ciudad, es común encontrar avenidas, calles principales y secundarias que están deterioradas, lo que genera no solo un impacto negativo en la movilidad, sino también en la seguridad vial.
Los huecos, baches y grietas en la carretera dificultan la circulación de vehículos, provocando frenazos bruscos, maniobras arriesgadas y constantes daños a los automóviles. A esto se suman los accidentes, siendo los más comunes los choques.
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Las zonas más afectadas son las de mayor afluencia vehicular, como las cercanías a la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ), tales como las calles Eugenio Espejo, lo que multiplica la incomodidad tanto para quienes manejan como para los peatones, quienes también sufren las consecuencias.
María Peñafiel Correa, quien reside cerca de la UTEQ, exige que se tomen cartas en el asunto, ya que estas calles no pueden seguir deteriorándose de esa manera.
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Leer más“Esto representa un peligro constante y afecta la calidad de vida de los habitantes. Ya hemos pedido que nos arreglen las vías, pero no hay respuesta. Nunca las hay”, sentenció.
El conductor de un transporte de pasajeros, Mario Pineda, hace énfasis en que prácticamente todas las calles de Quevedo “están hechas pedazos”. “¿Qué se está haciendo con la plata? ¿Por qué esto no es una prioridad? ¿Adónde van nuestros impuestos?”, denunció.
Según Pineda, ya son dos años los que se ha visto obligado a esquivar los huecos en las calles más transitadas de Quevedo, aunque no siempre lo logra. En algunos tramos, denuncia, los baches superan los 15 o 20 centímetros de profundidad.
La avenida Patria Nueva, ubicada cerca del Paseo Shopping, es otra de las más concurridas y también está en un estado deplorable. En el lugar, ni los conductores, y mucho menos ciclistas y motociclistas, se libran de los daños. En esta arteria de 15 cuadras de extensión, el riesgo, además, está en que, al bajar la marcha del vehículo, los conductores han sido víctimas de robos.
“Ya no sé qué hacer, son tantos los agujeros: profundos, constantes y enormes. Llevamos así años”, mencionó el también conductor Julio Aldaz Barrezueta.
Intervención en calles de Quevedo
Según dijo a EXPRESO Byron Bermeo, director municipal de Obras Públicas, en agosto pasado se empezaron a intervenir las arterias más conflictivas.
Bermeo informó que los trabajos, cuyo contrato para dar mantenimiento es de un millón y medio de dólares, se ejecutan de acuerdo con un cronograma planificado. Las parroquias y sectores prioritarios incluyen las calles de San Camilo, 7 de Octubre, Guayacán y San José Sur, en los que las intervenciones están orientadas a mejorar las condiciones para el paso de los autobuses urbanos. En cuanto al sector Venus del Río, este será atendido en las próximas semanas.
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Sobre cuándo se intervendrán las vías que aquejan al ciudadano, el Municipio no dio detalles, lo que genera inconformidad. “Se supone que las arterias principales o al menos las más transitadas en todas las ciudades y en cualquier parte del mundo, deberían estar impecables, porque son las que mueven al ciudadano, al visitante, al adulto mayor, a los que recurren a los servicios de emergencias, a todos... Y en Quevedo ese no es el caso: todos experimentan los obstáculos”, sentenció Manuel Alvarado, residente del lugar.
Nubes de polvo y agujeros enormes en Quevedo
Hace tres meses, los habitantes de barrios del norte de la ciudad denunciaron vivir entre nubes de polvo y agujeros enormes. A la fecha, se quejaron, todo sigue igual y hasta peor. Con las primeras lluvias, estos se han convertido en lodo.
Los vecindarios que integran la cooperativa 20 de Febrero hacen énfasis en que viven en el olvido. Los baches, la inseguridad y las tuberías rotas son los problemas con los que conviven desde hace décadas, a la espera de esa ayuda que no llega.
A esto se suma la indignación de que las obras públicas prometidas no se cumplen. Que no tienen ni siquiera parques o veredas en buen estado, denuncian. Se han hartado de vivir en espacios insalubres.
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Leer másSegún los residentes, si bien los cinco barrios que componen la cooperativa sufren una serie de problemas, los más afectados son San Martín, La Tola y Gritos de Libertad, ubicados cerca de la Expoferia Quevedo y del Complejo Deportivo Municipal, sitios que son concurridos por pobladores locales y turistas, quienes lamentan el mal estado en el que se encuentra el área.
En el barrio San Martín, por ejemplo, el gran número de baches ha puesto en aprietos a los conductores de buses y taxis que intentan ingresar a las calles para dejar y recoger pasajeros, pero se topan con tales obstáculos.
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De acuerdo con los moradores, los problemas se han agudizado en los dos últimos años y el miedo se incrementa por la llegada del invierno. Por ello, ya en septiembre pasado, se vieron obligados a colocar lastre y material pétreo que consiguieron con fondos propios para mejorar el entorno y reducir el riesgo a accidentes de tránsito. Pero la gestión no ha sido suficiente.
El problema es tal que, a partir de las 18:00, es un martirio encontrar un taxi que lleve a los residentes a su hogar. Nadie quiere ingresar y los buses se retiran temprano, también por la falta de seguridad.
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