Loja: El barrio El Rosal, en completo abandono
Los habitantes de este barrio denuncian vivir con tierra, lodo y fetidez permanente. Las obras en el lugar están inconclusas
En el último año, la ciudad de Loja ha experimentado un notable abandono por parte de la administración del alcalde Franco Quezada, según denuncian las familias. La falta de mantenimiento en los barrios ha provocado un deterioro significativo de la infraestructura, afectando directamente la calidad de vida de los ciudadanos.
A solo 15 minutos del centro se encuentra el barrio El Rosal, donde las vías están en condiciones deplorables y la basura acumulada en las calles causa molestias a los residentes. Los perros callejeros que merodean la zona agravan aún más la situación, lamenta Greetty Gómez, presidenta del barrio.
Gómez menciona que las vías se vuelven intransitables cuando llueve, convirtiéndose en un lodazal; mientras que en verano el polvo ha causado enfermedades respiratorias entre los vecinos. Se estima que el 40 % de la vialidad está en mal estado, un problema derivado de la interrupción de los trabajos.
El estado de las vías ha provocado accidentes, incluyendo la muerte de un motociclista registrada hace casi un mes. Él solo intentó esquivar un hueco.
Conductores de buses y taxistas evitan ingresar al barrio debido a los daños constantes en sus vehículos, lo que empeora la accesibilidad de los residentes.
Rene Torres, otro residente, destacó que en la entrada del sector existe una alcantarilla que provoca malos olores, con aguas servidas que cruzan la vía principal. Este problema, presente desde hace dos años, ha causado numerosos accidentes.
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El concejal Santiago Erráez confirmó que diez barrios enfrentan una crisis vial debido al incumplimiento del contrato entre la empresa constructora Simar y el municipio. El acuerdo, valorado en 14 millones de dólares, incluía la pavimentación y colocación de alcantarillado. Sin embargo, la anterior administración había adelantado 3.700 mil dólares y pagado más de 5.800 mil dólares en planillas, sin que se completaran las obras. La municipalidad se retrasaba en los pagos y la empresa no cumplía con la ejecución de las obras, desencadenando una serie de problemas y demandas.
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Actualmente, Simar ha demandado al Municipio por cinco millones de dólares, ofreciendo desistir de la demanda si se les entrega esa cantidad para culminar las obras en solo siete barrios, dejando tres incompletos. Este Diario solicitó entrevistas a los representantes de Simar y del Municipio para conocer más detalles de la problemática y sus posibles soluciones, pero no obtuvo respuesta.
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Ante esta situación, los moradores de El Rosal han presentado una acción de protección contra el Cabildo y la empresa contratista ante la Defensoría del Pueblo, buscando la finalización del asfaltado y el alcantarillado que tanto necesitan.
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