Misterios en Sigchos: Las columnas y el rostro tallado del cacique Tangán

En la comunidad de Tangan en Sigchos, Cotopaxi, se encuentra un lugar cargado de historia y misterio, un santuario ancestral que ha atraído la atención de arqueólogos, turistas y sabios espirituales. El propietario de este lugar es Ramiro Uribe quien compró esta propiedad hace más de tres décadas, compartió detalles de este sitio que se presume fue utilizado por los antiguos incas para ceremonias y rituales.

Aún no se define cómo se formaron las columnas de piedra, pero en el lugar existen grandes piedras rectangulares y cilíndricas, lo que genera más interrogantes respecto a la formación de las columnas. Hasta este lugar llegan turistas atraídos por el misterio de la formación de las rocas.

Uribe adquirió la propiedad en 1990, pero no fue sino hasta dos años después que descubrió las columnas de piedra que hoy son uno de los principales atractivos del santuario. “Cuando llegué por primera vez, no sabía que existían estas estructuras. Fue al explorar el terreno que, junto a un trabajador, encontré estas impresionantes formaciones de piedra con cortes simétricos y dimensiones perfectas. Al ser creyente, lo interpreté como una bendición y una señal de algo grande por venir”, relató.

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Las columnas de Tangan están cubiertas por vegetación en medio de la montaña, en un clima entre la costa y la sierra, siendo un lugar de paz y energía, aquí los turistas recorrerán 200 metros de los 600 de ancho que tienen las columnas, las paredes tienen una altura de 100 a 200 metros.

UN LUGAR DE ENCUENTRO ESPIRITUAL

Desde 2004, las columnas de Tangan han sido escenario de ceremonias ancestrales. La primera fue organizada con representantes del Altiplano de Chile, encabezados por el maestro Mauricio Vicencio. Desde entonces, sabios de diversas culturas han visitado el lugar para rendir homenaje y profundizar en su significado espiritual.

“La plataforma de rituales al fuego, ahora conocida como Temazcal, es uno de los puntos clave del santuario. Además, una cascada subterránea ubicada cerca del Temazcal es utilizada para la purificación, una práctica que, según se cree, data de cientos o incluso miles de años atrás”, explicó Uribe.

Arqueólogos y líderes espirituales coinciden en que este espacio fue utilizado como lugar de ofrendas y ceremonias. Se encuentra a solo 500 metros en línea recta del Qhapaq Ñan, el histórico sistema de caminos de los incas, lo que refuerza su importancia cultural y religiosa.

Uno de los elementos más intrigantes del santuario es una cara tallada en piedra, conocida como el rostro del cacique Tangán. Según Uribe, esta figura es un homenaje al guardián del lugar, una representación simbólica de los líderes ancestrales que protegieron este territorio.

El santuario es accesible desde Quito o Latacunga. Los visitantes pueden tomar un autobús hacia Sigchos y quedarse en el lugar conocido como las manzanas luego contratar transporte local para recorrer los últimos 24 kilómetros.

 Uribe también ofrece asistencia para coordinar la llegada al sitio. Las columnas de Tangán son una riqueza cultural y espiritual, el lugar sagrado inca, además representa una oportunidad para el desarrollo del turismo sostenible en la región. 

Este lugar es un recordatorio tangible de la sabiduría ancestral y se ha convertido en un destino para quienes buscan entender la conexión entre el pasado y el presente en el Sigchos. “Este lugar no es solo un testimonio del pasado, sino un puente hacia el futuro, un espacio para reconectar con nuestras raíces y la naturaleza”, dice Ramiro Uribe.

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