Nueva ordenanza en mercados de Cuenca trae incertidumbre

Rosa Matute, de 70 años, es dirigente de los comerciantes del mercado 9 de Octubre. Pero su historia en este lugar tradicional de la ciudad inició muchos años atrás. Ella creció en el centro de abastos junto a su madre y sus cuatro hermanas. Pasó su infancia en este lugar y cuando se convirtió en adulta también hizo del mercado su lugar de trabajo.

A esta comerciante le preocupa la reforma a la ordenanza que está vigente desde hace más de 30 años. Dijo que en este tiempo las cosas han cambiado y acepta que es momento de actualizar la forma de gestionar el control en los mercados, plazas y plataformas de la ciudad, pero sin afectar a los propietarios de los negocios con más antigüedad.

Por otra parte, Rogelio Brito, vocero general del mercado 10 de Agosto, consideró que varios puntos de esta nueva propuesta le generan dudas y preocupación. Los representantes de dos de los mercados más antiguos de la ciudad explicaron que han venido construyendo el cuerpo normativo desde hace cinco años junto a las autoridades y que entraría en vigencia en septiembre próximo, pero que han surgido algunas circunstancias que temen atenten contra la estabilidad laboral de todos los comerciantes.

Brito puntualiza que han planteado un pliego de siete pedidos puntuales para garantizar la estabilidad. Resalta que la razón de ser de los mercados ha sido la presencia de comerciantes que por varias generaciones han venido trabajando en estos lugares. Uno de los puntos solicitados es que exista la posibilidad de traspasar el arrendamiento de los puestos a las nuevas generaciones de una familia.

Sobre el tema, Matute explicó. “Nosotros ya estamos casi de salida de los mercados, pero tenemos hijos o nietos y algunos de ellos quieren mantener este lugar de trabajo”, expresó, que para él no es una herencia, pero sí una opción de vida. “No se trata de una herencia, sino de dar la posibilidad de que nuestra descendencia pueda hacer de la venta en el mercado su forma de vida. Así nos hemos mantenido muchos de nosotros, con más de dos o tres generaciones dedicándonos a esta actividad”, comenta la dirigente.

Por su parte, Mónica Pesántez, concejal de la comisión de Servicios Públicos del Consejo Cantonal de Cuenca, explicó que en la actualización se contemplan por primera vez los derechos y obligaciones de los comerciantes. Además, se establecen precios diferenciados en el arrendamiento de los puestos según el giro de negocio, y también se busca democratizar el acceso a un puesto para que más personas tengan la posibilidad de regularizarse.

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Sobre el miedo de los comerciantes de perder los puestos de negocios, Pesántez aclara que la normativa brindará la posibilidad de analizar casos individuales. Por ejemplo, si el titular del puesto es una persona de la tercera edad, la normativa permitirá analizar el expediente y traspasar el arrendamiento a un hijo o un nieto interesado.

Sin embargo, descartó que se siga favoreciendo a personas que tengan más de un puesto tanto dentro como fuera de los mercados. “Esta no es la visión del Municipio, y más si nuestro objetivo es dar oportunidad a aquellas personas que puedan salir adelante a través de este oficio”, explicó.

La edil sentenció que serán bastante firmes en la adjudicación de puestos, y se analiza reducir el tiempo de arrendamiento de los espacios de diez a cinco años, con la visión de dar posibilidad a una mayor variedad de personas.

Diego Cedillo, director municipal de mercados, destacó que la actualización de la normativa permitirá ordenar los mercados y delimitar los diferentes giros de negocios. “No podemos vender papas donde están los locales de ropa. No es posible que los usuarios sigan viendo este desorden dentro de los mercados”, puntualizó.

También apuntó que los espacios serán reestructurados en sus dimensiones y ampliados, ya que actualmente son lugares de 1,20 metros por 1,20 metros, y “es imposible desarrollar cualquier actividad” en un espacio tan reducido.

Otras reformas en los mercados de Cuenca

Pesántez, por su parte, también se refirió a que la reforma de la normativa prohibirá que un comerciante envíe a otras personas a vender sus productos en los alrededores de los mercados. Mientras tanto, la ciudadanía sugiere mejorar el servicio de los comerciantes. María Torres mencionó: “Sería bueno evitar que las veredas cerca de los mercados se llenen de vendedores. Esto dificulta el tránsito de quienes frecuentamos el mercado para realizar nuestras compras”.

Finalmente, los funcionarios destacaron que el buen trato a los visitantes también estará normado, aunque no detallaron cómo se controlará o si existirá algún tipo de sanción en caso de ser denunciados por la ciudadanía.

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