COMERCIO INFORMAL EN PLAYAS
Las calles de Playas han sido obstruidas por el comercio informal. A pesar de proponer cambios, la reforma no contempla normas para abordar esta situación.
NESTOR MENDOZA

Playas busca transformar su espacio público mediante reformas a su ordenanza

El Concejo Cantonal busca controlar el comercio informal y que la construcción de aceras sea responsabilidad del Municipio

"Es necesario ordenar el espacio público para que Playas sea más bella, productiva y próspera, y así lograr un buen turismo. Para ello, debe estar bien organizada, con una infraestructura adecuada, calles en buen estado y normativas claras que la regulen”, así comenzó su exposición el concejal William Apolinario Alache, presidente de la Comisión de Servicios Públicos y Viabilidad del Concejo Cantonal de Playas, en la provincia del Guayas, durante la socialización de la reforma a la ordenanza municipal No. 020-2011 sobre el uso del espacio de la vía pública, propuesta por el alcalde Gabriel Balladares el pasado 8 de enero de 2025, ante comerciantes y dirigentes barriales.

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Esta ordenanza tiene como objetivo regular los espacios en la vía pública, donde se ha encontrado desde desechos de animales en pleno malecón, hasta aceras y calles ocupadas por el comercio informal, incluyendo aquellos negocios que cuentan con el permiso municipal para operar en estos sectores, detalló Apolinario.

A pesar de lo manifestado por el edil, la futura reforma, que debe ser aprobada por el concejo, se enfoca más en la construcción de las aceras, ya que, según la ordenanza anterior, la responsabilidad de construirlas recaía en los ciudadanos, quienes en muchos casos no lo hacen por falta de recursos.

Lo que se busca con la ordenanza es facilitar al GAD municipal la inclusión de aceras y bordillos al momento de construir una calle, de manera que los ciudadanos reciban una obra integral. Lo que corresponde al ciudadano es realizar el pago correspondiente por concepto de contribución especial por mejora, explicó Apolinario.

Ordenanza previa

En 2011, el alcalde de ese entonces creó una ordenanza, que es una ley interna, en la que se establecía que cada propietario de un bien inmueble debía construir su propia acera, mientras que el municipio solo se encargaría de la construcción del bordillo. Esta medida fue considerada ilógica por el alcalde Gabriel Balladares, quien afirmó: "Es obligación del municipio construir la obra completa, tal como lo hice en la calle 24 de Septiembre y en otras vías, y que el ciudadano pague sus tributos", puntualizó el alcalde.

La reforma contempla la derogación del artículo 10 de la ordenanza 020-2011, que establece que los propietarios de inmuebles están obligados a construir sus aceras. Además, el proyecto contempla el buen manejo de los desechos sólidos, las frecuencias y horarios de recolección. También se propone mantener los solares cerrados y limpios.

Sin embargo, lo que la comunidad esperaba con ansias en la reforma, pero que no se refleja en el proyecto, a pesar de haber sido mencionado al inicio de la intervención del concejal William Apolinario, es el control del desorden visualizado en las vías públicas.

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Las aceras están llenas de todo tipo de mercadería. Solo por citar un ejemplo: la avenida Jaime Roldós Aguilera y la calle Padre Mario Pazmiño están llenas de carretas que venden ceviches en plena calle, al igual que los que venden salchipapas, y colocan sus mesas en las aceras. Una cuadra adelante de esta intersección se repite el panorama: los vendedores ponen sus artículos sobre las bancas del parque del sector. "Hasta las palmeras de la Plaza Cívica de Playas son usadas para exhibir mercadería de los informales, sin control ni reclamo de nadie, a pesar de que en este mismo punto se ubica la casa municipal", cuestionó Lidia Rodríguez, habitante del centro.

Las calles están llenas de carretas que ocupan espacio para conducir, caminar o incluso para sentarse a descansar. Colocan sus tanques de gas, equipos de cocina y mercancía en las bancas, y no dejan que los turistas o locales se sienten. Además de ser un obstáculo para todos, causan contaminación visual al paisaje marino y dan una mala imagen al sector”, comentó el turista Blasco Herrera.

Ante esta problemática, el concejal Ricardo Mideros, segundo miembro de la Comisión de Servicios Públicos y Viabilidad, respondió que sería necesario realizar una nueva reforma a este proyecto, que incluya el ordenamiento del comercio en la vía pública. Sin embargo, señaló que, por el momento, no existe un espacio disponible para reubicar a los vendedores. “Para que Playas tenga una buena imagen, le falta mucho, tenemos que culturizarnos”, expresó el edil.

Mientras tanto, el concejal Carlos Yagual afirmó que hay ordenanzas que ya están quedando obsoletas. No obstante, explicó que el problema también radica en quienes son responsables de aplicar estas ordenanzas y velar por su cumplimiento. "¿Para qué hacemos tantas leyes y reformas, si no se respeta la ley? Debe haber corresponsabilidad: la comunidad comprometiéndose a respetar las ordenanzas y la autoridad a hacerlas cumplir", sostuvo Yagual.

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