Raíces del Pacífico: un refugio cultural en el sur de Esmeraldas

En el sur de Esmeraldas, un rincón donde la cultura y la tradición florecen con cada paso y cada sonido, se encuentra el Centro de Arte Popular Raíces del Pacífico. Este espacio, que ha servido de semillero de nuevos talentos durante 18 años, nació de la visión y el compromiso de un grupo de gestores culturales afroesmeraldeños liderados por Gower Torres, presidente del centro, saxofonista y encargado de la parte musical.

Su objetivo era claro: difundir y preservar las expresiones culturales de su pueblo en una ciudad que mantiene vivas sus raíces y que late al son de la marimba, el bombo y el cununo. Marjorie González, directora, fundadora y quien se encarga de la parte coreográfica, asegura que la creación del centro fue una respuesta a “la necesidad de mantener viva la herencia cultural afroesmeraldeña” y hacer frente a las problemáticas que atraviesan niños y adolescentes de la provincia, principalmente relacionadas con la violencia y la falta de oportunidades.

Estos visionarios, cuyos nombres resuenan en cada rincón de la ciudadela 15 de Marzo, se unieron para transformar una simple casa comunal en un vibrante núcleo de creatividad y aprendizaje.

En este lugar, los ecos de la historia y la tradición se entrelazan con las aspiraciones de una nueva generación. También realizan sus ensayos en una unidad educativa del sector y en la escuela César Nevil Estupiñán, ubicada en la Y de Vuelta Larga, también en el sur de Esmeraldas.

METIDOS EN LOS BARRIOS MÁS VIOLENTOS

El trabajo del Centro de Arte Popular Raíces del Pacífico está dirigido principalmente a los niños y adolescentes del sur de Esmeraldas, donde se encuentran los barrios más conflictivos de la ciudad. Ahí confluyen menores de barrios como Codesa, 24 de Mayo, La Florida o Lucha de Los Pobres, sectores con una gran cantidad de población afro y con altos índices de violencia. “Raíces del Pacífico empezó como un grupo de música y danza el 8 de marzo de 2006, con el objetivo de enseñar danza, poesía, artesanía, pintura, música, teatro, etc. En el 2011 adquirió la personería jurídica para elaborar propuestas a favor de la cultura”, dice Gower Torres,

Desde el amanecer hasta las 22:00, el sonido del bombo y la marimba retumba en las improvisadas aulas de clase, creando una sinfonía que resuena en toda la comunidad. Las voces de los pequeños decimeros y poetas llenan el aire con sus melodías y versos, llevando consigo las historias y las emociones de generaciones pasadas.

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En uno de los salones, se puede ver a un grupo de niños aprendiendo los pasos de una danza ancestral. En otra sala, jóvenes poetas y decimeros afinan sus habilidades, recitando versos que capturan la esencia de su cultura y su vida cotidiana.

El taller de artesanías es un lugar donde manos hábiles transforman materiales simples en obras de arte que cuentan historias. Cada pieza, ya sea una máscara, una joya o una escultura, es un testimonio del ingenio y la creatividad del pueblo afroesmeraldeño. Los estudiantes aprenden a ver más allá de lo evidente, a encontrar belleza y significado en cada detalle.

El Centro de Arte Popular Raíces del Pacífico es más que un lugar de enseñanza; es un símbolo de resistencia y esperanza. Es un espacio donde la comunidad se une para celebrar su identidad y fortalecer sus lazos. Es aquí donde los niños y jóvenes descubren su potencial, donde aprenden que su cultura no solo es un legado del pasado, sino una fuerza viva que puede moldear su futuro.

A pesar de su éxito, el centro enfrenta constantes desafíos.

La falta de recursos ha impedido que el grupo acepte invitaciones para presentarse en países como Colombia, Chile, Venezuela y Uruguay. Pero sí se han presentado en varios festivales locales realizados en Esmeraldas, además de Guayaquil y de Quito.

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