Las rancheras de Quinindé: un patrimonio sobre ruedas
Un símbolo de identidad que preservan lacultura popular de una región
En la zona rural de Quinindé, provincia de Esmeraldas, un fenómeno único y colorido conquista el paisaje y el corazón de la gente: las rancheras o también denominadas chivas, vehículos de pasajeros artesanalmente adaptados a partir de camiones de carga. Estos vehículos han evolucionado con el paso del tiempo y son referentes de la cultura popular y un patrimonio de esta región del Ecuador.
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Leer másCristóbal Romero, historiador y conocedor de las tradiciones esmeraldeñas, asegura que la historia de las rancheras se remonta a la década de 1950, cuando la falta de transporte público en la zona rural obligó a los habitantes a buscar soluciones creativas.
Los campesinos y artesanos locales comenzaron a adaptar camiones de carga para transportar personas, creando así un medio de transporte único y funcional. “Con el tiempo, estas adaptaciones se convirtieron en una forma de arte, con decoraciones vibrantes y personalizadas que reflejan la identidad cultural de esta zona del país”, asegura Romero.
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Hoy en día, las rancheras son un símbolo de la identidad quinindeña. Sus dueños, orgullosos de su patrimonio, se esfuerzan por mantener viva la tradición. “Mi abuelo fue uno de los primeros en adaptar un camión para transporte de pasajeros”, cuenta Juan Carlos Contreras, dueño de una ranchera que lleva el nombre de ‘La Reina del Valle’. “Él siempre decía que la ranchera era más que un medio de transporte, era una forma de unir a la comunidad”, recuerda Contreras.
Las rancheras no solo son un medio de transporte, sino también un espacio de encuentro y socialización. Los usuarios frecuentemente hablan de la camaradería y el sentido de pertenencia que se crea en el trayecto. “Me encanta viajar en ranchera porque es como estar en familia”, dice María Arroyo, oriunda del recinto Y de la Laguna, una estudiante que utiliza este medio diariamente para ir al colegio. “Conoces a la gente, compartes historias y risas... es una experiencia única”, agrega.
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Leer másLa decoración de las rancheras es un aspecto fundamental de su identidad. Los dueños y artesanos locales se esfuerzan por crear diseños únicos y coloridos que reflejen la cultura y la historia de la región. “Mi ranchera es como un cuadro en movimiento”, dice Carlos Velázquez, dueño de ‘La Estrella de Quinindé’. “Cada detalle, cada color, tienen un significado especial. Es una forma de expresar nuestra identidad y nuestra historia”.
A pesar de la modernización y la llegada de nuevos medios de transporte, las rancheras siguen siendo una opción popular en la zona rural de Quinindé. “No hay nada como viajar en ranchera”, dice Jorge Mera, un usuario frecuente. “Es como estar en contacto con la naturaleza y la cultura de la zona. Es una experiencia que no se puede encontrar en otros lugares”.
En un país donde la globalización y la modernización pueden hacer que se pierdan las tradiciones y la identidad cultural, las rancheras de Quinindé son un ejemplo de cómo la creatividad y la innovación pueden preservar la esencia de una región. Estos vehículos, que han evolucionado con el paso del tiempo, son un patrimonio vivo que sigue uniendo a la comunidad y reflejando la identidad cultural de Ecuador.
En el cantón palmicultor de Quinindé, una cooperativa se ha destacado por su servicio de transporte en las zonas rurales: la Cooperativa Quinindé. Con más de 30 unidades entre rancheras y buses, esta cooperativa es una de las más prestigiosas de la región, ofreciendo servicio de transporte interprovincial y cubriendo las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo e Imbabura. Sin embargo, su principal actividad se centra dentro del cantón Quinindé, en las parroquias rurales y recintos.
Los usuarios se sientan en bancos de madera dispuestos en filas paralelas a lo largo del vehículo. No hay ventanas en las rancheras, lo que permite a los usuarios disfrutar del paisaje rural y del aire fresco mientras viajan.
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Leer másLa zona de carga de las rancheras es un espacio único y funcional, donde los agricultores pueden transportar sus productos desde las zonas rurales hasta la ciudad, así como gallinas, patos o chanchos. La parte está equipada con una estructura de metal resistente, que sirve como base para la carga, que se sujeta con cuerdas, carpas o redes para asegurar que no se mueva durante el viaje.
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