Con un ritual, Salcedo agradece los humedales
Los conocimientos ancestrales se mantienen. La práctica reconoce la importancia de la naturaleza y la unión comunitaria
En la comunidad de Chanchaló, ubicada al oriente del cantón Salcedo, en Cotopaxi, se realizó un ritual ancestral en honor a la naturaleza, una práctica heredada por generaciones.
Segundo Luis Saca, uno de los guardianes de esta tradición, dijo que esta ceremonia proviene de sus ancestros y tiene como propósito agradecer y pedir protección a los elementos naturales que sostienen la vida.
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Leer más“Este ritual es una herencia de nuestros tatarabuelos, bisabuelos y abuelos. Ellos siempre han respetado a las cochas, a las lagunas y a los páramos. Antes de sembrar y cosechar, realizaban oraciones y rituales para conectarse con la energía de la tierra, el agua, el sol, el aire, la luna y las estrellas”, manifestó.
Durante la ceremonia, los participantes formaron una chacana (símbolo andino) con hojas, flores, representando el origen y la continuidad de su cultura. “Sabemos de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. En el centro de la ceremonia colocamos semillas de haba y maíz, porque queremos que nuestra semilla siga produciendo y no se pierda”, añadió.
Lucha por el ritual
Saca lamentó que muchos jóvenes están migrando a otras regiones en busca de oportunidades, lo que pone en riesgo la transmisión de estas prácticas. “Las malas gestiones gubernamentales no nos toman en cuenta. Nosotros, los campesinos y agricultores, somos los que damos de comer a todos, pero no recibimos el apoyo”.
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Leer másEn el ritual se resaltó la importancia de los alimentos tradicionales. “Aquí tenemos frutas como naranjas, plátanos y mandarinas, que son nuestra fuente de energía diaria. Es fundamental seguir sembrando y cosechando para que esta tradición no desaparezca”, señaló.
A su vez, destacó el trueque como una forma de economía solidaria que aún persiste. “Intercambiamos lo que tenemos con otras comunidades. Si en la costa tienen cacao o plátanos, nosotros les damos papa y maíz. Así mantenemos el equilibrio y diversidad de la alimentación.”
Pedido de protección
Un aspecto central de la ceremonia fue el agradecimiento a la Pachamama, a quien pidieron que continúe protegiendo los humedales y garantizando el acceso al agua. “La naturaleza es como una madre que alimenta a sus hijos. Así como una madre da leche a su bebé, la Pachamama nos da agua, y debemos cuidarla para que nunca nos falte”, expresó Saca con devoción.
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Leer másCada año, la comunidad se reúne para realizar esta ceremonia, esperando que las nuevas generaciones continúen con la tradición. “Nosotros venimos siempre, y esperamos seguir viniendo mientras podamos. Cuando ya no estemos, otros mantendrán viva esta práctica.”
Para simbolizar la importancia del agua, los asistentes llevaron recipientes con el líquido vital de diferentes fuentes naturales, como ríos y lagunas, y lo vertieron en un solo cuenco en señal de unidad y respeto.
Páramo. La ceremonia se realizó en la laguna de Anteojos, ubicada en el Parque Nacional Los Llanganates, desde donde nace el agua para Salcedo.
Extraños engañan y estafan
Saca advirtió sobre la manipulación y tergiversación de estas tradiciones por parte de personas ajenas a la comunidad.
“Algunos desvían nuestras enseñanzas con fines comerciales, engañando a la gente. Dicen que existen ciertos rituales milagrosos y cobran sumas exageradas. Eso no es real. Lo verdadero es agradecer a la tierra y usar los remedios naturales que nos brinda.” También aclaró que los curanderos auténticos solo emplean plantas medicinales.
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