El sonido de la marimba preserva la cultura afro

El sol se oculta sobre las costas de Esmeraldas, tiñendo de dorado las olas que se mecen con suavidad. En un rincón de esta tierra, la historia de un grupo de jóvenes apasionados por su cultura y música se entrelaza con los ritmos ancestrales de la marimba (instrumento de percusión).

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El retumbar de los tambores, el sonido vibrante de la marimba y las voces que parecen emerger de lo más profundo de la selva esmeraldeña se han convertido en la banda sonora de una historia de lucha, perseverancia y amor por la cultura.

Así es la esencia del grupo África Negra Internacional, una agrupación que nació hace 46 años bajo el nombre de ‘Plan Esmeraldas’, y que hoy es uno de los mayor representatividad de la música afroesmeraldeña, no solo en su provincia, sino en todo el Ecuador y más allá de sus fronteras.

Fundado por una decena de jóvenes apasionados por la música y las tradiciones afrodescendientes, el grupo surgió en un contexto en el que la cultura negra apenas comenzaba a encontrar su voz en los escenarios nacionales. 

Los fundadores, con una mezcla de audacia y esperanza, que decidieron formar un conjunto que diera vida a sus manifestaciones culturales a través del baile de marimba y la interpretación de instrumentos autóctonos como el cununo, el guasá, las maracas y, por supuesto, la marimba, ese instrumento que parece latir al ritmo del corazón africano.

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El nombre original, ‘Plan Esmeraldas’, era un reflejo de la búsqueda de apoyo en una época en la que el arte y la cultura no eran vistos como elementos esenciales para el desarrollo. Inspirados por la figura de Jorge Chiriboga Guerrero, un influyente político esmeraldeño que lideraba un movimiento llamado ‘Plan Esmeraldas’, los jóvenes músicos adoptaron el nombre con la esperanza de que su música pudiera encontrar el sustento que necesitaba para florecer.

En aquellos primeros años, los ensayos del grupo eran un desafío en sí mismos. Sin un espacio adecuado, practicaban sobre la tierra, rodeados por los sonidos de la naturaleza. No había escenarios ni recursos, solo la pasión y la convicción de que su arte debía ser escuchado. 

“Nosotros practicábamos en la tierra, en ese tiempo los funcionarios no pensaban en el arte y la cultura, nosotros teníamos que defendernos como sea, pero logramos salir adelante”, recuerda Eduardo García, coordinador de la agrupación.

El tiempo pasó, las administraciones cambiaron y con ellas también el nombre del grupo, que pasó a llamarse ‘África Negra Internacional’. El camino recorrido no ha sido fácil, pero cada obstáculo ha sido superado con la misma energía que imprimen en cada golpe de tambor y en cada paso de baile. Cada presentación es un viaje en el tiempo, una evocación de la resistencia y la riqueza cultural de los afrodescendientess. El grupo tiene 17 integrantes, de los cuales diez son bailarines y siete músicos.

Consolidar su propia identidad

El legado que han recibido de grandes gestores culturales como Juan Carlos Quintero y Guillermo Ayo, ha sido fundamental en su formación y en la consolidación de su identidad como grupo. “Nos han enseñado no solo a tocar y a bailar, sino a entender el significado profundo de lo que hacemos. La marimba no es solo es un instrumento, es un símbolo de resistencia, de alegría, de dolor y de esperanza”, explica Guido Na zzareno, uno de los cantantes, quien acaricia la madera de su marimba, como si fuera un objeto sagrado.

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