Totora Chimborazo
Concurso de tejido y proyectos comunitarios buscan preservar una técnica ancestral que ha sido el sustento de generaciones en la parroquia San Gerardo, en Chhimborazo.Patricia Oleas / Expreso

Las artesanías de San Gerardo luchan por sobrevivir

El tejido de totora en esta parroquia de Guano, es una tradición

La parroquia de San Gerardo, en el cantón Guano, es un bastión de tradición y cultura ancestral, donde el arte del tejido con totora ha sido el sustento de generaciones. Juana Colcha, una artesana de 60 años, carga sobre sus hombros no solo la totora seca que recoge de los humedales, sino también un legado milenario que lucha por no desvanecerse ante la modernización y la globalización. 

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En un entorno donde el plástico amenaza con desplazar las fibras naturales, los habitantes de San Gerardo se resisten a dejar morir una tradición que ha dado identidad y vida a su comunidad.

San Gerardo es famoso por su tradición artesanal en la elaboración de esteras y otros productos utilizando fibras naturales como la totora y la cabuya. Su uso se remonta a épocas prehispánicas, y su procesamiento sigue técnicas transmitidas de generación en generación. 

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La totora es una planta acuática que crece en las riberas de ríos y lagunas. El sector es poseedor de grandes humedales, pero con la modernización y la globalización, el plástico ha ido ganando terreno, por lo que el uso de estas artesanías ha disminuido, corriendo el riesgo de desaparecer.

"Desde niña aprendí. Mis padres y abuelos hacían las esteras para vender en Riobamba. De eso vivíamos toda la familia. Ahora ya es muy poca la demanda", asegura Juana, por lo que sus hijos prácticamente ya no conocen este oficio. "Muy poco, ya ellos han estudiado, tienen una profesión", añade la hábil mujer.

totora San Gerardo
Una vez que el tejido alcanza el tamaño deseado, se elabora la cumba, que no es más que el remate y el doblado que da paso al característico filo.Patricia Oleas / Expreso

Con el objetivo de revitalizar esta práctica ancestral, el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de San Gerardo organizó el primer concurso de tejido de esteras. “Queremos que las nuevas generaciones conozcan esta tradición, que fue durante años el sustento de los hogares”, señala Olga Arévalo, presidenta del GAD parroquial. 

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Este evento no solo busca rescatar el arte del tejido, sino también documentarlo como parte de un proyecto para implementar un museo y una sala cultural, destinados a atraer el interés de turistas y preservar la identidad local.

LA MATERIA PRIMA DEBE SER DE CALIDAD

Por otro lado, María Piedad Vargas, una de las pocas artesanas que todavía tiene como única actividad la elaboración de esteras, explicó el proceso mientras afilaba su hoz y limpiaba la piedra, herramientas imprescindible para esta labor. 

Afirma que la materia prima crece por todo el sector y la recoge cada cuatro meses. “La totora se corta y se seca al sol, en 15 días estará lista. De ahí se limpia y se apilan los tallos para seguir usando”, explica.

Elaborar una estera toma más o menos tiempo según el fin que vaya a tener. “Para secar granos como el maíz y la cebada, es más grande y toma más horas su elaboración; a esa se le llama troja”, relata. Mientras que las que se tienden en el techo en las construcciones de viviendas, junto con el carrizo, son más pequeñas. De igual forma, sirven como base para evitar que el colchón elaborado en paja se humedezca.

artesanias de totora
Las artesanías hechas de totora se venden en las ferias y en las plazas.Patricia Oleas / Expreso

De acuerdo al tamaño, se mide la totora y, ayudado de una vara de madera, se entrelazan de dos a tres tallos y se ajustan al golpe de una piedra plana de río. Una vez que el tejido alcanza el tamaño deseado, se elabora la cumba, que no es más que el remate y el doblado que da paso al característico filo. Todo el material sobrante es cortado con la hoz.

Bajo esta técnica, los artesanos elaboran esteras y aventadores que sirven para avivar el fuego en cocinas de leña.

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 También han aprendido a diversificar en adornos y figuras decorativas como llamas, canoas, canastas, paneras e individuales, que requieren entre 30 minutos y 2 horas para su confección, dependiendo de la complejidad, pero que contribuyen a mantener viva la tradición del tejido.

Los productos se venden en los talleres locales y en ferias, especialmente los sábados en la Plaza Dávalos y San Alfonso en Riobamba. Los precios varían según el producto y su complejidad, oscilando entre 1 y 20 dólares.

La elaboración de esteras y otros productos de totora en San Gerardo no solo representa una fuente de ingresos para las familias locales, sino que también es una manifestación de la identidad cultural de la región contribuyendo al reconocimiento de Guano como la "Capital Artesanal del Ecuador".

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