La Trajería: 250 años de manifestación cultural
Una disputa entre dos poblaciones indígenas de una imagen católica da origen a una tradición z Ganó San José de Poaló
La danza de La Trajería tiene su propia historia. Empieza por la disputa entre hacendados por querer llevarse la imagen del Niño Jesús a sus tierras hace unos 250 años, según una narración. En este tiempo no había límites entre cantones, pero eran los dueños de haciendas de lo que hoy es Salcedo (provincia de Cotopaxi) y Píllaro (en Tungurahua), los que daban las órdenes a sus peones para los enfrentamientos.
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Leer másGanó el bando de lo que ahora es San José de Poaló, parroquia de Píllaro. Desde ese momento celebran el triunfo. En la actualidad lo hacen como manifestación cultural. Hombres y mujeres se colocan trajes simulando de los militares como en representación de esa guerra vivida por el rescate de la imagen del santo.
Hace más de 60 años, solo participaban hombres porque argumentaban que las mujeres no iban a la guerra y, por lo tanto, no encajaban en la representación. Pero desde que retomaron los jóvenes, las mujeres son parte de la manifestación cultural a la que se conoce como ‘La Trajería’.
El ritmo ícono de las generaciones
Blanca Romero tiene bailando 20 años, mencionó que antes veía a sus abuelitos y a su padre, pero solo se limitaba a observar hasta que tuvo la oportunidad de ser parte de uno de los grupos. Con el pasar del tiempo se ha perdido un poco el ritmo autóctono.
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Leer másAhora bailan al ritmo de las bandas de pueblo, antes solo lo hacían con las melodías de los instrumentos ancestrales como el pingullo, bombo y rondador e incluso se hacían sonidos con las hojas del capulí, indica Blanca Romero.
El ritmo de ‘La Trajería’ no es danza, hacen “trabajos”, es decir, los pasos de los movimientos guiados por el abanderado de cada grupo. Hay pasos diversos, entre ellos la cruz, el zigzag, churo, bomba, entre otros.
“La fiesta de La Trajería es una tradición ancestral que ahora recuperan los jóvenes. Participan de diferentes barrios y hacen grupos de hasta 200 personas donde se integran hombres y mujeres”, menciona Gladys Cecilia Cañar.
Para ser parte de la Trajería los priostes se organizan con un año. Los participantes se inscriben para con tiempo separar el cupo y el rol a desempeñar. Gladys Cañar, de 28 años, lleva tres bailando y lo ha hecho vestida de hombre.
La vestimenta es diferente a otros grupos de danzas. La Trajería utiliza colores muy vivos. En los hombres el traje sastre simulando a militares, con un pañuelo de seda muy colorido que va ubicado en el hombro, un sombrero negro con cintas de colores y un pañuelo blanco.
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Leer másMientras las mujeres utilizan medias negras, faldas anchas con flores, blusas de colores, pañuelo y los sombreros decorados con cintas. Tanto hombres y mujeres llevan máscaras. “Este baile representa alegría y eso damos nosotros alegría”, menciona Gladys Mesías
Un sitio que protege su acervos
En las parroquias de Píllaro se esfuerzan por mantener las diferentes manifestaciones culturales que se han conservado con el pasar de los años. El Danzante de San Andrés, los Diablos de Píllaro, La Trajería de Poaló, los Huacos o curanderos de San Miguelito son las tradiciones que recrean el sincretismo religioso y la cosmovisión andina. En cada una de las estas expresiones culturales de las parroquias, los participantes son hombres y mujeres de toda edad.
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