En Quito el 10% de medidores de agua se renovarán hasta fin de año
El robo de los equipos aumentó en tres años en Quito. La Epmaps ha reemplazado 20.000 medidores
Apenas habían pasado unos días de que inició el año y los vecinos del barrio Selva Alegre, en Rumiñahui, al suroriente, se despertaron con la novedad de que les habían robado los medidores de agua.
El hecho ocurrió el 17 de enero, entre las 04:00 y 05:00, cuando terminaba el toque de queda que decretó el presidente Daniel Noboa.
La gran cantidad de líquido que corría por las calles del barrio alertó a los vecinos, que poco después se percataron que en ese corto tiempo se habían sustraído 33 medidores.
En el caso de Romina Erazo, pese a que el equipo estaba protegido con una rejilla, no fue un obstáculo para que se lo llevaran. La joven vive hace seis meses en Guamaní, en el sur. Una vecina le comentó que en cuatro años le robaron dos veces. No solo a ella, al menos se sustrajeron otros quince.
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“De nada sirven las seguridades, ni los candados, siempre encuentran la forma de llevárselos”, dice Romina.
El bronce es uno de los materiales que llama la atención de quienes los roban. Este metal es fundido y vendido. Dependiendo del tipo de equipo, aproximadamente el 67 y 90 % de material es bronce, que es una aleación de cobre y estaño.
Jhoan Silva, funcionario de la gerencia comercial de la Empresa Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps), explica que los medidores son ofertados al peso, por eso no se llevan uno o dos, sino varios, como ocurrió en el barrio Selva Alegre.
Cifras de la entidad municipal muestran que en tres años los robos aumentaron. En 2021, el registro fue de 6.346, mientras que en 2022 fueron 8.492, un aumento de 2.146 en un año. En 2023, el número de medidores robados subió a 10.144 y hasta el 3 de junio de 2024 se han reportado 3.142.
Con los robos, las fugas de agua son inevitables. Silva señala que al sacarlos de manera brusca, y generalmente en la noche, rompen la tubería y se genera el desperdicio del líquido.
“Los robos perjudican al cliente, porque es quien paga el equipo, y también se afecta a la empresa porque los daños debemos repararlos”, dice el funcionario.
Una de las salidas que se ha planteado para desincentivar el robo es el cambio de material. Los nuevos equipos son de plástico reforzado y ya no tienen la aleación de bronce como los anteriores. “Ya no son atractivos para los delincuentes”, asegura Jhoan Silva.
Este plan se enmarca, además, en un cambio del parque de medidores que ya cumplió su vital útil en el Ley de Defensa del Consumidor. De acuerdo con la Epmaps, en todo el DMQ hay 700.000 equipos. La meta, hasta finales de 2024, es cambiar 70.000, es decir, el 10 %. Silva recalca que los aparatos cumplen con la misma normativa que los anteriores y se realizaron pruebas de presión, pruebas hidrostáticas y también de calibración.
Previo a la instalación de los equipos a lo largo de todo el DMQ, la entidad municipal hizo un estudio que determinó que el tiempo promedio de vida útil de los medidores residenciales de media pulgada es de diez años, esto también bajo el amparo de la Ley de Defensa del Consumidor, que exige aparatos de medición que estén calibrados y que garanticen una facturación real para los clientes.
Posterior a ese primer paso, se zonificaron los lugares en donde están los equipos con más de ese tiempo de uso y se procedió con el cambio. Hasta inicios de junio, la Epmaps ha reemplazado 20.000 medidores, de los 70.000 previstos, en sectores como Quitumbe, Recreo y Chilibulo, en el sur, y el Condado y El Inca, en el norte.
La visita del equipo de la empresa municipal tomó por sorpresa a Ramiro, quien prefirió omitir su apellido, el pasado lunes. Él vive en la IESS Fut, en el sur, y allí se cambiaron 300 medidores. Desconocía el plan, sin embargo, mencionó que su medidor lo tenía desde 1998. El cambio en su domicilio tomó alrededor de 10 minutos.
La Epmaps recuerda que los trabajadores siempre deben ir uniformados e identificados. Las motos y vehículos también tienen el distintivo de la empresa municipal
Cuidado con las estafas
Jhoan Silva menciona que existen personas inescrupulosas que se aprovechan del plan para estafar. Por eso, recalca a la ciudadanía que no se debe realizar ningún pago a los trabajadores que van al domicilio a hacer el cambio. El valor del medidor, que es de $ 34,50, se lo cobra a través de la factura de agua potable en tres cuotas.
El funcionario también recuerda que previo al reemplazo del equipo, el usuario recibe una llamada, un mensaje de texto o un correo electrónico notificándole del proceso. Las personas pueden confirmar la autenticidad de la llamada o visita del personal de la Epmaps, llamando al teléfono 1800 242424 o en las redes sociales oficiales de la empresa.
Otro tema que hay que prestar atención es si alguien le quiere vender un medidor. Silva menciona que los equipos instalados por la Epmaps tienen su propia identificación: número de cuenta y cliente. Por otro lado, si le robaron, es importante que lo reporte de inmediato a la empresa
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