30 perros, un burro y dos cerdos se quedaron 'huérfanos' en Quito
La Unidad de Bienestar Animal (UBA) acudió al rescate ante el fallecimiento del tutor, Salvador Naula
En Santa Anita, por la zona de Atucucho, subiendo a la altura de San Carlos, sobre la Occidental en Quito, se encontró a los animales que cuidaba Salvador Naula. El adulto mayor falleció hace poco. Era usual verlo caminar acompañado de perros y un burro, en el norte de Quito, según animalistas.
El lunes, la Unidad de Bienestar Animal (UBA) acudió al predio, en el norte de Quito. Y rescató a dos cerdos y un burro, del que se hizo cargo Acción Animal Ecuador.
El señor Naula alimentaba a unos 30 perros. La UBA pudo rescatar a 12; los demás corrieron, hasta una quebrada. Bienestar Animal les dejó comida, con Rosa Tigue, una vecina. Pero junto a otras fundaciones como Cóndor Andino y el Zoo de Quito buscan sacar de la zona a los demás, para que no se vuelvan agresivos ante la falta de alimento.
Los animales de compañía se quedaron sin la persona que se preocupaba por proveerles de sustento, diariamente.
Salvador Naula solía caminar con los perros, hasta el Mercado de La Ofelia, en Cotocollao. En el lugar se las arreglaba para conseguirles comida.
Los perros no están acostumbrados a interactuar con otros humanos, según UBA. Por lo que temen que conformen una manada de perros ferales y ataquen a la fauna silvestre, así como a otros animales domésticos.
Los 12 perros rescatados fueron llevados a uno de los centros de UBA. Se encuentran en cuarentena, para revisar si tienen alguna enfermedad. Luego se los rehabilitará.
UBA atendió otro caso, en La Forestal, sur de la ciudad
El fin de semana, a La Forestal, sur de Quito, llegó un equipo de UBA, luego de una denuncia ciudadana, que advertía sobre un espacio en el que se organizaban peleas de gallos. Se encontraron con un patio, con 22 gallos y unas 10 gallinas, encerrados en jaulas.
El dueño de los animales deberá pagar una multa de 4.500 dólares, 10 salarios básicos, según la Ordenanza 019, por criar, reproducir, entrenar o utilizar animales, para que participen en peleas.
Los inspectores de la Unidad de Bienestar Animal (UBA) no se llevaron a los animales. Se le advirtió al propietario sobre la grave infracción que comete, al tener a los gallos y gallinas en condiciones de hacinamiento.
En Quito rige una Ordenanza sobre Tenencia Responsable que sanciona este tipo de conductas.
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