Se activan alertas en Tumbaco por las condiciones de las quebradas y las lluvias
El año pasado se desbordó el río en la quebrada El Payaso lo que causó que la Ruta Viva se inundara
Con la llegada de las lluvias a la ciudad también está latente la preocupación y temor de los moradores del valle de Tumbaco por el riesgo de que ocurran inundaciones, deslizamientos o incluso aluviones como los que sucedieron en 2022 y 2024 en La Comuna y La Gasca.
Marco Veintimilla recuerda la inundación de octubre del año pasado que provocó el desbordamiento del río en la quebrada El Payaso, que afectó a la circulación vehicular en la Ruta Viva, vía que conecta el aeropuerto con Quito.
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Inundaciones y desbordamientos, el temor de los vecinos de Tumbaco
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Leer másLa causa del desbordamiento y las inundaciones fue la obstrucción del alcantarillado con sedimentos y escombros arrastrados por el agua de la quebrada. “Todo sigue igual, la gente continúa botando escombros y basura, lo que es un riesgo latente”, dice.
Veintimilla también cuestiona que para levantar algunas urbanizaciones se rellenó ciertos tramos de la quebrada, incumpliendo la normativa de respetar una distancia de cinco metros entre las construcciones y sus bordes y, además de eso, muchas de las viviendas tienen desfogues de agua que van directo a la quebrada, lo que provoca más contaminación.
Además, en el sector de la Tola Grande, en Tumbaco, hay un pozo de oxidación que no ha recibido mantenimiento que emana fuertes olores y contamina el agua.
La Rumihuaico es otra que ha sido dañada. A mediados de año, moradores del barrio Santa Ana denunciaron que un establecimiento comercial que se levantaba en la zona arrojó los escombros a la quebrada y se tomaron un camino carrozable y peatonal. Los vecinos exigían una remediación ambiental con la siembra de vegetación nativa y que atiendan un pedido comunitario.
Liliana Pilaguano, parte de la directiva, señala que solo se sembraron unas plantas que no eran nativas, pero tampoco se ha dado mantenimiento. También menciona que hace unas semanas, cerca a un canal de agua lluvia, se produjo un derrumbe en donde hicieron un desfogue de agua. “De lo que prometieron no ha pasado nada y ahora aducen que la calle es parte de su predio y no de la comunidad”, menciona Pilaguano.
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Para Fernando Ponce, biólogo y parte del colectivo Ilaló Verde, uno de los riesgos más grandes en el sector, y de otros afectados por procesos de urbanización a lo largo de quebradas, es que el suelo se está impermeabilizando y conforme se incremente este proceso, la probabilidad de más inundaciones, y más graves, es cada vez más alta.
En Tababela, parroquia que pertenece a Tumbaco, los vecinos están expectantes por la situación en la quebrada que colinda con el río Guambi. Desde septiembre, los moradores fueron testigos de como entre 15 y 20 volquetas diarias llegaban al terreno para dejar escombros.
Rocío Baquero, presidenta de la Junta de Riego de Tababela denunció el hecho ante la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Secretaría de Ambiente de Quito.
La dirigente explica que con los desechos se está afectado la cuenca del Guambi y el material que dejaron, de 200 a 300 volquetas, llegó incluso al cauce del río. “Las evidencias muestran que el afluente está prácticamente semirepresado”, sostiene.
“Lastimosamente gran parte de los escombros siguen ahí porque la AMC dijo que no se puede mover nada mientras dure el proceso”, agrega. En la zona también hay una acequia de coronación y, según indica Baquero, cuenta con un sistema de desfogue que ha servido para que el agua baje al río, sin embargo, para que funcione se necesita un mantenimiento.
EXPRESO consultó a la AMC sobre el seguimiento de este proceso, pero no se dio una respuesta. Asimismo se preguntó a la Secretaría de Ambiente sobre el estado actual de las 26 quebradas de la zona y hasta el cierre de esta nota tampoco hubo una contestación.
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Leer másSegún el reporte más reciente del Plan Ambiental Distrital 2015-2025, las 182 quebradas, distribuidas en siete sectores de la ciudad, presentan daños de diferente magnitud que fueron ocasionados por rellenos parciales o totales, así como por descargas de aguas servidas, escombros y toda clase de desperdicios.
Limpieza en estructuras
Hasta octubre de este año, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) desalojó 58.317 metros cúbicos de material retenido en estas estructuras.
Además, realizó 210 limpiezas en quebradas como El Tejado, Pulida y el Conejo, como parte del Plan Lluvias para el que destinó $ 23,3 millones. También hizo 110.370 limpiezas de sumideros en zonas como La Carolina, San Sebastián, La Tola y Belisario Quevedo. Además, la Unidad de Microcuencas de la Secretaría de Ambiente hizo 103 intervenciones.
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