Acuerdo Quito 2034 propuesto por Pabel Muñoz no convence a concejales
Roque Sevilla ofreció ayudar al alcalde a trazar la visión de ciudad. Critican la falta de grandes obras
El optimismo del alcalde Pabel Muñoz, con su iniciativa Acuerdo Quito 2034, contrasta con el diagnóstico de quienes aceptaron su invitación y de otros, que prefirieron no acudir o no estuvieron en la lista. El jueves 3 de octubre de 2024, en la Capilla del Hombre, se reunió a más de 60 personas, que firmaron cuatro hojas, con “buenas intenciones”.
El llamado de Muñoz, enviado a los concejales, el 26 de septiembre, decía que estaban invitados a construir, “junto a otras personas representativas de la rica diversidad de esta ciudad, un amplio acuerdo por la capital, para los próximos 10 años”.
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Leer másSegún Muñoz, el eje de su invitación es volver a amar a Quito, recuperar el sentido de pertenencia, ya que “al hurgar en las diferencias no se puede avanzar”. En el acuerdo hay cuatro objetivos: erradicar la extrema pobreza en la ciudad; potenciar el bienestar, el empleo y el crecimiento; recuperar la seguridad humana, la convivencia pacífica y los derechos; y ser una ciudad intercultural, verde y azul.
Hace un mes, el exalcalde Roque Sevilla fue invitado por Muñoz a una reunión. Cree que es un buen ejemplo convocar a voces que no son de su línea de pensamiento. Cuenta que en varias ocasiones él le dijo y también otros invitados, en la plenaria, que los cuatro temas eran muy generales y que podrían terminar con declaraciones hermosas, pero con poca ejecución.
“Erradicar la pobreza y el desempleo suena bonito, pero demanda esfuerzos enormes; debemos darles forma, para ir concretando, aunque sea lentamente, esas aspiraciones”.
En su mesa, la dos, se trabajó en Potenciar el bienestar, el empleo y el crecimiento. Empresarios le comentaron que han preferido invertir en Santo Domingo de los Tsáchilas o Guayaquil, por la reglamentación, que desestimula la inversión y podría dar lugar a corrupción. Así que van a intentar mejorar eso.
Además, Sevilla se ofreció a contribuir con sus técnicos, para trabajar en algo que cree fundamental: planeación estratégica, aplicando las técnicas del experto Goldratt de Israel. “Así se fija la misión y la visión, de hacia dónde vamos. ‘Tengo esta ilusión y quiero conducir a la ciudad a...’”. Cuenta que “se criticó que la única obra visible en la ciudad sea la destrucción de la tribuna de Los Shyris”.
El exalcalde telefoneará a Pabel Muñoz, en estos días, para saber cómo seguirán trabajando en concretar el Acuerdo. “El alcalde está consciente de que debe salir adelante. Me parece en general que no tiene una visión, les falta el ejercicio de definir hacia dónde vamos”.
En su mesa se habló de, por ejemplo, construir tres túneles por debajo de Bellavista; de juntar Los Chillos, con un tren de mediana o alta velocidad, o el aeropuerto con teleféricos. “Obras que sean realmente trascendentes, en la lista no hay ninguna obra de esa magnitud”, dijo Sevilla y recordó que Rodrigo Paz dejó el Parque Metropolitano; y él, el Trole.
Postura de los ediles
El concejal Bernardo Abad dice que “el Acuerdo Quito 2034 apareció de la nada”, no fue algo muy planificado. Al menos a ellos no les hablaron del tema hace tres meses, sino una semana antes. Se reunieron dos o tres horas el miércoles, previo a la firma, en cuatro mesas, con ideas hacia el 2025, no al 2034. “La mayoría de lo acordado es un listado de buenas intenciones”, opinó.
Abad pide revisar el último punto de las propuestas de la mesa dos, a través de la que buscarán: Definir los proyectos emblemáticos para la ciudad. “No hay proyecto de ciudad. Paco Moncayo trabajó en el aeropuerto, en su última administración; Augusto Barrera planeó el Metro de Quito, que avanzó Mauricio Rodas. Pabel inició la operación, pero ¿y ahora qué?”, pregunta y reflexiona en torno al riesgo de que este acuerdo pueda usarse, en medio de un ambiente electoral.
La concejala de la ID, Analía Ledesma, prefirió no acudir. Le parece bien trazar agendas hasta el 2034, pero cree que Quito necesita acciones reales. En su despacho, ella recibe a moradores de La Ferroviaria, en el sur, y Calderón, en el norte, que ruegan por tanqueros de agua y que recogen agua en ollas.
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Leer másComo presidenta de la Comisión de Educación lamenta que lleguen padres de familia suplicándole por cupos, cuando esa Secretaría no había ejecutado ni el 30 % de su presupuesto hasta el 31 de agosto.
Para Ledesma es hora de discutir el estatuto autonómico, con alcaldías menores. “Dicen querer que Quito renazca, pero no pasará firmando papeles y posando para fotos. La gente clama por seguridad, pero más allá de pintar UPC, la Secretaría debería avanzar en acuerdos interinstitucionales eficaces”.
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¿Por qué esa actitud conciliadora del alcalde?
Ledesma responde que: “quizá está tratando de ablandar a ciertas voces, llama a sectores para que se junten alrededor de su gestión. Que convoque a vecinos de Toctiuco o Confiteca, donde a las 17:00, las niñas tienen que pagar un dólar por el servicio de transporte. Quito está rezagada”.
Muñoz dijo que esta convocatoria es el inicio de un gran acuerdo, en el que pueden comprometerse más ciudadanos.
Algunos de los invitados
Entre los firmantes constan: el exalcalde, Roque Sevilla; directivos de las cámaras, como María Paz Jervis y Tania Pazmiño; de los bancos, Antonio Acosta; Patricia Gordón, de la Federación de Mercados; el montañista Iván Vallejo. Y cercanos, como la cineasta Tania Hermida, quien fue asambleísta constituyente por el correísmo; presidentes de GAD de Tumbaco y Calderón, Wilson Amaguaña y Mercedes Luque; Luki Ganchala, creativo que aparece en videos municipales sobre lo que pasó en La Gasca, en abril.
No fueron invitados los exalcaldes Augusto Barrera y Paco Moncayo. Ni Jorge Yunda, quien comentó: “Esta ciudad requiere que se unan esfuerzos, frente a la crisis que vive, por la inseguridad, pobreza y falta de empleo, agudizados por la crisis energética. Les deseo la mejor de las suertes; no importa que no me hayan invitado”.
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