Acuerdo Quito, un proyecto de unidad

¿Se imaginan vivir en un Quito distinto, con mayor seguridad, productividad, cohesión social y orden; con menores tasas de desempleo, en donde la extrema pobreza sea un recuerdo lejano?

Esos son algunos de los objetivos que juntaron a 69 personas que suscribieron el Acuerdo Quito 2034, que se plantea cuatro grandes objetivos a cumplir durante los próximos 10 años: erradicar la extrema pobreza; potenciar el bienestar, el empleo y el crecimiento; recuperar la seguridad humana, la convivencia pacífica y los derechos; y ser una ciudad intercultural, verde y azul.

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El Distrito Metropolitano tiene unos 2,8 millones de habitantes y lograr consensos en una población tan diversa, que enfrenta a diario incontables problemas, es un reto de grandes proporciones.

¿Quiénes participaron en el diálogo?

El alcalde Pabel Muñoz respondió por escrito un cuestionario de EXPRESO e informó que invitó a participar en esta iniciativa a 80 personas, entre quienes están los miembros del Concejo Metropolitano, representantes de universidades, organizaciones sociales, de economía popular y solidaria, ambientales, mercados, gremios culturales, empresariales, expertos en seguridad y urbanismo, entre otros.

La mayoría aceptó sumarse a un diálogo con perspectiva a mediano plazo. “Mi premisa es que debemos encontrarnos entre distintos y diversos, respetar nuestras diferencias, pero ponernos de acuerdo en las cosas que podamos hacer juntos, en una mesa de trabajo con la mayor representación”, ha puntualizado el alcalde Muñoz.

Esa posibilidad de conversar entre personas distintas y confluir en un acuerdo es algo que destacan Francisco Vergara, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi); Santiago Peralta, fundador de Pacari; y Cristina Moshenek, gerente de Asuntos Públicos de DK Management, tres de los firmantes de esta propuesta.

Vergara celebra que el Municipio haya decidido no ver esta idea solo como de carácter público, sino que se haya abierto al rubro privado. En 2034, dice, se cumplirán 500 años de la fundación de la ciudad y es importante plantearse el objetivo de que Quito llegue a ese año como una ciudad productiva, saludable y vibrante. “¿Pero cómo tener una ciudad segura si no es productiva?”, se pregunta.

Por eso, revela que el día previo a la firma del Acuerdo Quito 2034, “la mesa de producción fue de las más intensas. Que Quito sea la capital de los desempleados tiene que hacernos repensar la ciudad”, admite.

Según las cifras que proporcionó el alcalde, a junio de 2024 el desempleo se ubicó en 8,2 %, frente al 7,8 % que se registró en el mismo mes del año pasado. Además, las ventas en la ciudad cayeron en un 8 % en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2023. 

Esos datos, sumados a la estadística de pobreza y extrema pobreza, que en Quito están en el 11,83 % y 4,27 % respectivamente, revelan la necesidad de un cambio. Justamente fue a partir de ahí que se definieron los cuatro puntos prioritarios del acuerdo.

“La polarización, las violencias y el odio en la sociedad han generado conflictos, incertidumbres, crisis e ingobernabilidad. Y cuando las instituciones del Estado no generan cohesión social, se profundizan los problemas que hoy sufrimos”, escribió Muñoz. Por eso hizo la convocatoria, pero la idea es que sea el inicio y que el trabajo continúe en las siguientes administraciones municipales, con apoyo de la ciudadanía.

Tras la firma del acuerdo, habrá mesas de trabajo periódicas y tres reuniones al año para planificar las tareas futuras y dar seguimiento al cumplimiento de objetivos. En la primera reunión ya se plantearon las acciones para 2025 y está previsto que en el tercer cuatrimestre de 2025 se definan los objetivos para 2026.

Un encuentro para debatir 

Para Vergara, en el Acuerdo fue vital el análisis de las cifras de desempleo y pobreza, porque Quito enfrenta una realidad que le dificulta la creación de empleos: no tiene puertos, no produce camarón o banano, ni tiene recursos como la pesca, lo que limita sus posibilidades en campos como el agropecuario. 

“El trabajo público ha ido casi desapareciendo y ahora son las pymes las que generan trabajo y empleo, aunque no riqueza”. Según su criterio, quedaron fuera del acuerdo algunas ideas, como una propuesta de plantear un índice para medir la gestión de los concejales y al alcalde, pero no fue aceptada.

Peralta cree que si bien siempre va a faltar algo, porque una ciudad es más compleja que cuatro puntos, este es el gran comienzo, es un lugar de encuentro para debatir y llegar a acuerdos. “La sociedad es un grupo de vasos comunicantes donde yo dependo de usted y usted depende de mí. Creo que el gran error de los ecuatorianos es pasar peleando en vez de ser activos en la dirección mancomunada”.

Esto funciona porque los asistentes decidieron juntarse frente al deseo de que el país y la ciudad funcionen, independientemente de sus sentires políticos. “Es un pacto para que seamos parte de la solución y no del problema”, subraya Peralta.

En ese punto coincide Moshenek, pues desde su punto de vista “no basta criticar y decir lo que se debe hacer, hay que sentarse a diseñar el camino. Deportistas, artistas, constructores, concejales, autoridades asistimos y somos gente con opiniones distintas. Nos sentamos a escuchar y no solo a proponer lo nuestro, para de manera positiva encontrar acuerdos y objetivos claros, para definir qué queremos los quiteños. 

Hubo muchas buenas intenciones y algunas ideas generales que deben ser aterrizadas a la realidad del país”.

La idea es dar pasos en firme sobre cada objetivo y uno de ellos se relaciona con un ‘Quito verde azul’. Este jueves, el Municipio señaló que como parte de esa iniciativa se incluyó la apertura del ‘Bosque de luz’, del Jardín Botánico, y el dinero recaudado por las entradas se usará para reforestar zonas afectadas por los incendios forestales. Además, se invertirá en creación y tenencia de huertos, además de clases de bailoterapia para adultos mayores, en el marco del objetivo 1, de erradicación de pobreza.

Para Peralta, lo más importante es haber llegado a un acuerdo en pro de la ciudad. Cree que se puede “clonar esto en todo el país (...) Me parece un hermoso Quito Luz de América. 

Tenemos enemigos comunes: hace rato fueron los incendios forestales, ahora los apagones. Todos podemos apagar la luz, ahorrar energía. Hay miles de cosas que si nos juntásemos, podríamos resolver de mejor manera. Este es el inicio de una gran mesa de diálogo”.

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