Quito: Agua potable y arreglo de vías, temas pendientes en Tumbaco

Recorrer algunas calles de Tumbaco es como atravesar un escenario desalentador. Los conductores deben esquivar baches y lidiar con el polvo que se levanta de las vías. Pero este no es el único problema: hay sectores que llevan años sin servicios básicos como alcantarillado y agua potable. Aunque la Municipalidad trabaja en un proyecto para abastecer de este líquido vital a la población, los vecinos aseguran que aún falta mucho por hacer, especialmente en los barrios de las zonas altas de Tumbaco.

Oswaldo Guamán, presidente del barrio Tola Grande, comenta sobre las principales carencias. “La dotación de agua potable se reduce en las zonas altas durante el verano. Hay baja presión y escasez. Hemos solicitado un estudio hidráulico, pero hasta ahora no hemos recibido respuesta. Existe un estudio, pero no hay recursos para continuar porque muchas válvulas están perdidas o defectuosas”, explica.

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Para el dirigente, la situación es preocupante. “El Municipio provee agua potable solo un día a la semana. Actualmente, la emergencia no se siente tanto porque los niños están de vacaciones, pero cuando empiece el año escolar, la situación será crítica”.

Otro inconveniente que afecta a Tumbaco es el estado de sus calles. “No se ha realizado un mantenimiento integral de las vías”, menciona Guamán. “El último bacheo se hizo hace unos tres meses y nuevamente las calles están llenas de baches. La calle San Francisco, por ejemplo, tiene adoquines hundidos y desprendidos. Cuando hay accidentes y se suspende el tránsito en el puente antiguo del Chiche, todos los buses y vehículos que vienen de El Quinche circulan por esa calle, agravando su deterioro”.

Un recorrido por el barrio Cochabamba permitió constatar el mal estado de sus vías. En la calle adoquinada se ha formado un hueco y los adoquines están levantados. Una vecina del sector mencionó que, durante unos trabajos de alcantarillado, levantaron los adoquines y la obra quedó a medias. Jaime Salazar, presidente del barrio, dice que las obras se han demorado debido a una conexión que debían realizar para instalar el alcantarillado en el barrio. “La obra estuvo suspendida un mes, pero ya se retomaron los trabajos. Actualmente están haciendo las conexiones para posteriormente colocar el adoquinado”, asegura.

Luis Bustamante, coordinador del barrio La Dolorosa, describe los avances y desafíos en su sector. “Desde 2021 se han gestionado obras de alcantarillado, agua potable y asfalto, que están en la fase final. Estas obras beneficiarán a todos los vecinos, pero ha faltado coordinación y planificación en las directivas barriales. Hay calles secundarias que aún necesitan atención, como el cambio de red de agua potable y alcantarillado, o la renovación del asfalto, que data de hace 30 años”, señala.

En el barrio La Dolorosa, algunos vecinos solicitan que se complete el cambio de red de agua potable en la calle S4B, iniciado en febrero de 2024. “A lo largo de esta vía hay agujeros y tierra”, dicen los moradores. “Esta calle es una vía de acceso entre la calle Gaspar de Carvajal y la Juan Montalvo, muy transitada porque conecta con la zona comercial y educativa”.

Jaime Salazar, presidente del barrio Cochapamba, menciona que allí la situación es similar. “Hay obras inconclusas que afectan la calidad de vida de los vecinos. Aunque hay una inversión de 5’134.994,34 dólares para mejorar el sistema de alcantarillado en varias áreas de Tumbaco, incluyendo la cuenca de la quebrada Patagua y el barrio Los Pinos de Santa Rosa, aún falta mucho por hacer en sectores como Collaquí, donde el agua todavía no llega”.

Izelda Quiña, moradora del barrio Collaquí, expresa su frustración. “No tenemos agua y los tanqueros no abastecen a todo el barrio, que cuenta con aproximadamente 8.000 habitantes. Las tarifas de agua son muy elevadas. En una ocasión, mi factura llegó a 300 dólares. La Empresa de Agua sabe que no hay agua en el sector y esos precios son injustos. Necesitamos asfalto para las vías de tierra, pues en la época seca el polvo nos afecta gravemente". 

Cuestionó que los trabajos solo se realizan en las vías principales, mientras las transversales no reciben el tratamiento adecuado. "Las obras inconclusas se transforman en un problema económico para la Municipalidad y un problema de salud para nosotros", añade. 

Con una inversión en curso y la necesidad urgente de mejoras en infraestructura básica, Tumbaco se encuentra en una encrucijada entre el progreso y la necesidad. La voz de los vecinos resuena con fuerza, demandando soluciones efectivas. Cuestionan que la falta de recursos es uno de los motivos para querer separarse de Quito y así ver sus impuestos reflejados en obras para sus sectores.

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