El agua todavía es escasa en los barrios altos de Quito
Con los cortes de energía, la suspensión del servicio llegaba incluso a tres días Epmaps declaró la emergencia
El panorama en cuanto a los racionamientos de energía en Ecuador todavía es incierto. Hace una semana, el Consejo Consultivo de Ingeniería y Economía advirtió que en abril de este año podrían ocurrir nuevamente apagones.
Los cortes de luz en la capital provocaron, desde septiembre del año pasado, que al menos un 6 % de la población se quede sin el servicio de agua, debido a que las estaciones de bombeo que los abastecen funcionan con energía eléctrica. Se trata de barrios ubicados en las zonas altas del norte y sur.
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Leer másCuando los apagones se extendieron a 14 horas, el líquido no llegaba de inmediato, pues el llenado de líneas y tanques de distribución lleva tiempo y el retorno tras un corte eléctrico, en algunos casos, podía tomar entre seis y 120 horas.
La situación en los barrios afectados se tornó crítica. En sectores como Pisulí, Roldós o Vista Hermosa, al noroccidente, los vecinos caminaban largos trayectos de tierra con baldes y ollas para recoger el líquido de los tanqueros.
Compra de generadores
En octubre de 2024, para paliar la situación, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) declaró emergencia, para adquirir seis generadores eléctricos. Los primeros dos llegaron el 10 de diciembre, el día que se anunció el fin de los apagones, y un número similar semanas después. La meta es tener 50, pero menos de la mitad llegarán hasta abril y otros en noviembre.
Los cuatro generadores móviles se instalaron en la Roldós y Colinas (noroccidente) y los otros en Guajaló y Guamaní (en el sur).
Jorge Córdova, subgerente de Hidroelectricidad de la Epmaps, señala que en los sectores el abastecimiento es normal y constante.
Un problema de antaño
Manuel Pilaminga vive en Vista Hermosa, a pocos kilómetros de La Roldós. No le es grato recordar los meses que incluso por días se iba el agua. Aunque, de alguna forma, ya estaba acostumbrado, pues lo habitual en el sector es que desde las 11:00 se vaya el servicio y retorne en la noche.
“Esos meses fue peor, hasta tres días no había agua. Por eso ya tenemos baldes grandes, ollas, de todo, y cuando llega el líquido aprovechamos y recogemos lo que más podemos”, dice.
El martes 4 de febrero tampoco contaba con agua. Se fue desde la mañana y llegó a las 19:00. Lo que alcanzó a recolectar el día anterior se acabó en la preparación de la comida y en el aseo. Este miércoles de nuevo llenó un contenedor azul grande que tiene en el patio.
Más arriba, en Tiwinza, el panorama es similar. Los vecinos dicen que la escasez la viven desde hace años, pero con los apagones se acentuó. Saben que existen los generadores eléctricos y al menos tienen la esperanza de que si hay nuevos apagones, los cortes ya no durarán días.
Verónica Sánchez, gerente de la Epmaps, dijo a finales de enero que ya cuentan con el ‘backup’ en caso de cortes. Sin embargo, en los barrios altos, especialmente en verano, o en zonas irregulares, “es complicado brindar el servicio las 24 horas”.
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Leer másUn proceso largo
Hasta abril deben llegar otros cuatro generadores, que son parte de una segunda compra. La tercera, que ya está en etapa de preguntas, respuestas y convalidación de errores, está prevista para noviembre. Y se espera que una cuarta compra, de 25 generadores, se concrete a fines de este año o inicios de 2026.
“Al finalizar los procesos tendríamos 50 generadores que entrarían en operación en la mayor parte de estaciones de bombeo. Los que llegaron se ubicaron en las instalaciones más críticas”, menciona Córdova.
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