Aluvión: lección no aprendida de hace dos años

Nuevamente las lluvias le pasan factura a Quito. Este 2 de abril de 2024, a las 13:45, los vecinos de La Comuna, La Gasca y zonas aledañas revivieron los momentos de angustia de hace dos años, otra vez por un aluvión.

Las imágenes captadas por los moradores muestran que agua, piedras y lodo descienden desde las calles Fulgencio Araujo y Antonio José de Sucre.

El Municipio señaló que el alud ocurrió por el desbordamiento de la quebrada El Tejado. 

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Hasta el cierre de esta edición, el alcalde Pabel Muñoz informó que hubo un fallecido. La Policía llegó a la calle Antonio Herrera con el cuerpo de la víctima, que se encontraba cubierto de lodo.

Fernanda Tumipamba, de 30 años, ha vivido ya dos veces el terror de un aluvión en Quito. La primera vez, en 2022, la tragedia se ensañó con La Gasca y La Comuna dejando 29 personas fallecidas. El martes, la historia se repitió, aunque en menor magnitud, reviviendo el trauma para la mujer y muchos otros ciudadanos.

“Es increíble sentir de nuevo el miedo y la incertidumbre. Las autoridades no han hecho lo suficiente para prevenir estos desastres. La ayuda tarda en llegar y las familias afectadas quedamos a la deriva”, denuncia.

Fidel Cortez, socio de la cooperativa de taxis La Comuna, también conoce de cerca el dolor del aluvión. Hace dos años, la fuerza del agua arrasó con su taxi, y el martes, la historia se repitió. En esta ocasión, la angustia se apoderó de él al saber que un compañero taxista había quedado atrapado en su vehículo en la calle José Berrutieta.

El fenómeno natural ocurrió luego de intensas lluvias. Desde el sábado pasado las precipitaciones no han cesado en la capital. De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) solo martes el registro de lluvia fue alto con 62 milímetros. Mientras que desde el lunes osciló entre 40 y 50 milímetros.

Javier Macas, técnico del Inamhi, explica que entre cuatro y cinco días, el registro acumulado sobrepasó los 150 centímetros. “Es una cantidad de precipitación alta y sobre todo constante, lo que repercute para que se den ciertos fenómenos”, dice.

Macas agrega que estas fuertes lluvias provocan que el suelo se sature y que el nivel de ciertos cuerpos de agua, como quebradas o estructuras de captación, colapsen.

El Municipio indicó que la quebrada El Tejado, la misma que colapsó en el aluvión de 2022, y otras estructuras reciben un mantenimiento permanente. Por ese motivo, aseguró, el evento climático no tuvo la magnitud del anterior.

Sin embargo, esas medidas no son suficientes. Fabrizio Yépez, ingeniero civil especialista en desastres naturales de la Universidad San Francisco, fue parte de un grupo de técnicos que emitió al menos cinco recomendaciones urgentes a la administración municipal de Santiago Guarderas, tras el aluvión.

Una de ellas fue precisamente la limpieza de todas las obras de protección ante fenómenos climáticos en el sector de las laderas del Pichincha. Se trata de pequeñas presas y obras de captación que se hicieron en 33 quebradas del noroccidente de Quito, a finales de los años 90.

Yépez recuerda que en 2022 esos espacios estaban llenos de escombros y desperdicios. Pero esas tareas no eran suficientes para prevenir un evento de esa magnitud, por lo que se sugirió construir una especie de embalse en la misma zona de las Laderas, un muro de contención que proteja y que las aguas se dirijan por el alcantarillado y no por la ciudad.

Además de la limpieza y construcción de un embalse, una medida urgente era mejorar esas estructuras y aumentar su capacidad de captación, que en la actualidad ya no es suficiente.

¿Qué se ha hecho tras la tragedia? Poco antes de posesionarse como alcalde, en 2023, Muñoz aseguró que el cuidado de las quebradas y laderas de la ciudad será una prioridad.

Según la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), para el Plan lluvias 2023-2024 se destinó 23,3 millones de dólares. La mayor parte de ese presupuesto (14,8 millones dólares) se utilizó principalmente en reparaciones de colectores y redes de alcantarillado. Al mejoramiento y mantenimiento de estructuras de captación en quebradas se destinaron 3,1 millones y para la adquisición de hidrosuccionadores se contó con 3,9 millones.

Según la entidad, para el mejoramiento y mantenimiento de estructuras de captación en quebradas se usaron 3,1 millones de dólares.

Para Yépez, si bien son trabajos necesarios, no son los únicos para prevenir eventos climáticos como un aluvión.

“Ya sabemos cuál es el problema, que si no hacemos las cosas bien se va a repetir y también sabemos qué es lo que se debe hacer”, sostiene. Agrega que es necesario priorizar obras.

Daniel Hidalgo, máster en Ingeniería Ambiental de la UDLA, coincide en que son acciones imprescindibles. Sin embargo, señala que hay que tomar en cuenta otros factores como el crecimiento poblacional en las laderas del Pichincha, que actúa como una capa natural que protege a esa zona de Quito.

“No hay árboles y en una lluvia fuerte, el agua pierde poder de infiltración, se escurre a través de la ladera y se va llevando sedimentos que taponan las quebradas y por el nivel de agua se desborda”, explica.

Frente a ello menciona que se necesita poner límites al crecimiento de la ciudad y no solo en ese sector. Otra recomendación es levantar muros de contención para mitigar el impacto.

Otra alternativa que propone Yépez es que se involucre a la comunidad, en este caso de La Comuna y Las Casas, en el cuidado de las quebradas, que no se boten escombros ni basura.

Además, que trabajen en mingas junto con el Municipio y que se hagan campañas para que la comunidad tenga conciencia del cuidado de las quebradas.

“Son medidas que no son costosas, pero son importantes. Recordar lo que ya pasó en 1975, en 2022 y va a seguir pasando mientras sigamos actuando mal, sobre todo en época de fuertes lluvias”, finaliza.

COE: hubo desbordamiento

El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) Metropolitano informó que el aluvión se produjo por el desbordamiento de la quebrada El Tejado, tras las incesantes lluvias de los últimos días. El Municipio aseguró que todas sus entidades de atención y respuesta acudieron al lugar del alud para ayudar a la población afectada en la zona.

Las autoridades instalaron un Puesto de Mando Unificado (PMU) en el Seminario Mayor, sector Universidad Central, para evaluar las afectaciones y coordinar la ayuda. Según la Alcaldía, hace dos semanas se intervino en esa quebrada, “por ese motivo este aluvión no tuvo la magnitud del de enero de 2022”.

El alcalde Muñoz dijo que hubo un represamiento en La Comuna y que se hará un despacho controlado del agua acumulada. Además, instalarán tres puntos de control en la avenida Mariana de Jesús, La Gasca y Las Casas. Hasta el cierre de esta edición no había datos de más afectados.

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