¿Se puede ampliar el Metro de Quito sin resolver sus fallas? Cuestionan el proyecto
Expertos señalan que aún deben solucionarse los problemas en la primera línea del sistema
El lunes 10 de marzo, el Cabildo capitalino anunció con entusiasmo que treinta y cuatro empresas de dieciséis países participaron en la socialización de las solicitudes de cotización para los estudios definitivos de la ampliación del Metro de Quito, cuya primera línea lleva ya quince meses en operación.
El proceso de contratación, habilitado en el portal del Servicio Nacional de Compras Públicas (Sercop), contempla la elaboración de los estudios definitivos para la extensión de la línea hasta La Ofelia, con cuatro nuevas estaciones: Bicentenario, Andalucía, Rosario y Ofelia. Además, se explorarán alternativas ferroviarias hacia Calderón y se llevará a cabo un estudio para el fortalecimiento del Subsistema Ferroviario de Transporte.
Simultáneamente con el proceso de contratación, el Cabildo ya cuenta con la Licencia Ambiental preaprobada, un requisito indispensable para la construcción. El alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, ha asegurado que ha mantenido acercamientos con organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), para obtener un financiamiento que convierta en realidad este proyecto.
Bruno León, gerente técnico del Metro, destacó que la apertura del proceso representa un “paso firme” para “llevar los beneficios del Metro a más familias quiteñas” y añadió que la ampliación marcará un nuevo hito en la movilidad de la urbe.
¿Qué dicen los expertos?
Sin embargo, su opinión contrasta con la de expertos en urbanismo y movilidad, quienes aseguran que los avances se están dando sin haber resuelto previamente los problemas que aún aquejan a la primera línea. Entre estos se encuentran la falta de un contrato de mantenimiento vigente y la sostenibilidad del servicio actual, que en sus quince meses de operación ha alcanzado los 67,4 millones de viajes.
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“La operación actual del Metro cuesta 65 millones de dólares. Si bien se planificó que el Metro operara con subsidio municipal, se había estimado que, al llegar a 400,000 viajes con integración, se requeriría un subsidio de 18 millones de dólares anuales. Sin embargo, incluso con la integración, ahora se necesitan 38 millones de dólares de subsidio anual, lo que representa una carga para su sostenibilidad”, señala Édison Yánez, exgerente del Metro y experto en movilidad.
Según detalló la concejal Analía Ledesma, miembro de la comisión de Movilidad del Cabildo, para este año, el Metro cuenta con un presupuesto de 83,87 millones de dólares, de los cuales solo 21 millones provienen de sus ingresos propios.
“El Metro no alcanza el número de viajes necesarios para su sostenibilidad. Sus gastos superan ampliamente sus ingresos”, ha dicho la edil.
Carlos Bautista, docente y experto en movilidad sostenible, comparte esta preocupación y señala que, antes de pensar en la ampliación, la prioridad debe ser la integración del transporte de superficie.
“La articulación de los buses urbanos y otros sistemas de transporte de superficie debió haberse realizado antes de que el Metro entrara en funcionamiento. Sin embargo, ahora se está completando de manera apresurada y aún no está terminada. Antes de considerar una extensión, primero se deben reordenar las rutas de los buses urbanos y del transporte de superficie para que respondan adecuadamente a las necesidades de los ciudadanos”, establece.
Bautista también subraya que deben resolverse problemas críticos como la falta de un contrato de mantenimiento para la primera línea, que aún está en proceso.
Además de estas preocupaciones, los expertos consideran que el alto costo de la construcción de la ampliación podría tener efectos inesperados en la economía de la ciudad.
“Habría que pensar en cómo se pagarán los créditos que se reciban y cómo esos montos afectarán a una ciudad que ya destina el 60% de su presupuesto a Movilidad”, dijo en una entrevista el catedrático y urbanista Ismael Mejía.
El contrato de mantenimiento está en camino
El lunes, después de un mes de apertura, concluyó la solicitud de expresiones de interés para la licitación del contrato de mantenimiento de infraestructura y sistemas del Metro. La solicitud se llevó a cabo luego de que una primera licitación, destinada a contratar los servicios de mantenimiento, fuera declarada desierta en enero.
Según el Cabildo, empresas de España, Canadá, Alemania, México y China manifestaron su interés. La licitación fallida contaba con un monto referencial de 55,2 millones de dólares.
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