Los árboles mal podados ponen en riesgo el alumbrado público
Las ramas se entrecruzan entre los cables de energía eléctrica, causando accidentes El mantenimiento de una especie debe ser hecho por expertos
Un zumbido intenso, como si una gran colmena de abejas revoloteara en el aire, se escuchó durante toda la mañana.
Los vecinos de la avenida Diego Vásquez de Cepeda y calle Manuela Quiroga se apresuraron a desconectar todos los electrodomésticos de sus casas. Algunos lograron hacerlo, pero solo escucharon el estruendo.
El 17 de febrero pasado explotó el transformador de un poste de luz. Durante meses, las ramas de un árbol y el follaje rozaron el cableado de luz, la bombilla y el transformador.
Felipe Ayora recuerda que pidieron auxilio a la Empresa Eléctrica Quito, pero no fueron atendidos a tiempo.
“Los árboles aportan un tremendo servicio, por así decirlo. No solo paisajístico, sino que regulan la temperatura, evitan la erosión, limpian al aire, etc., pero si se les deja crecer demasiado hemos visto los problemas”, explica Felipe Ayora, quien añade que en el parque de la calle Manuela Quiroga hay árboles muy viejos, enormes pinos, que ya se han caído y han causado problemas de electricidad.
Solicita que los funcionarios municipales efectúen una inspección técnica y verifiquen el estado de cada árbol.
En el sector de La Mariscal, pese a que la mayoría de los postes de luz han desaparecido, pues el sistema de conexión es soterrado, los árboles mal podados dan otro dolor de cabeza.
Su follaje, frondoso y desordenado, tapa las bombillas de luz. “Cuando uno pasa por ciertas calles, se ven muy oscuras porque la luz está escondida entre las ramas. Son justo las calles donde uno encuentra a los típicos vendedores de droga, y chicos y chicas ofreciendo servicios de prostitución. Se pone el lugar muy peligroso”, detalla Mayté Villafuerte, quien reside en la calle Cordero.
Marco Romo, director de Áreas Naturales de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), reconoce que los árboles pueden llegar a ser un problema para mucha gente, pero aclara que son aquellos mal podados.
“Cuando se hace una poda técnica con el personal calificado que nosotros tenemos, un árbol puede necesitar mantenimiento en un año y medio o dos. Pero cuando los árboles son mal podados, aparecen ramas y crecen de una forma muy acelerada. Las ramas se abren paso por medio de los cables o incluso se meten a la casa de la gente”.
En lo que va de este año, la Epmmop ya ha realizado la poda de 1.593 árboles, lo cual representa 742 metros cúbicos de escombros vegetales.
Romo enfatiza que en Quito está prohibido que la gente pode o manipule de ninguna forma un árbol. El pasado 20 de septiembre se aprobó la nueva ordenanza para la protección, fomento y preservación del arbolado urbano en el marco de la Red Verde Urbana. La normativa establece sanciones que van del 5 % de un salario básico hasta 50 salarios básicos unificados por cortar, dañar, podar o matar un árbol.
Lo que la gente puede hacer, en caso de tener problemas con un árbol, es solicitar una inspección mediante oficio al Epmmop o por redes sociales.
“Primero es la inspección técnica. Luego hacemos reducción de copa, haciendo que el alumbrado eléctrico esté enredado entre las ramas. Eso se coordina con la Empresa Eléctrica”, sostiene.
En la avenida 12 de Octubre los árboles han crecido de forma acelerada y sus ramas, todas desordenadas, se entrecruzan con los cables de mediana tensión y de internet.
En la calle Leonidas Plaza vive Mauricio Toala. Él indica que los postes de luz por las noches apenas alumbran, ya que el follaje tapa la luz led.
“Este sector está lleno de estudiantes. Yo he visto que justo en esas partes oscuras pasan cosas malas. En esa esquina oscura consumen marihuana y otras drogas. Venden droga, hay riñas y hasta sexo he visto”.
Aunque la capital es una de las 59 ciudades con más árboles del mundo según la ONU, muchas de las especies son inadecuadas, están enfermas o mal mantenidas. El Centro de Información Urbana Quito, organización civil que busca “generar una ciudad más humana y sostenible”, dice que la calidad de la vegetación es deficiente.
Pocos árboles llegan a edad adulta con un desarrollo adecuado en forma y estructura. En su mayoría presentan problemas porque fueron plantados en veredas estrechas, los podaron de forma inadecuada o perdieron sus hojas.
