Quito: El arriendo en zonas de alta plusvalía está en crecimiento

Las luces empiezan a encenderse en varios edificios de sectores como los de la González Suárez e Iñaquito, los de más alta plusvalía en Quito, según expertos en el mercado inmobiliario.

Aunque quedan muchas por prenderse, en estas zonas, que se han constituido en el hipercentro capitalino, se registra una recuperación en cuanto a los arriendos de viviendas luego de la pandemia. Lo dice Gonzalo Rueda, gerente general de MarketWatch, una firma que ofrece asesorías en el sector de la construcción sobre el comportamiento del mercado.

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Tras la pandemia, la recuperación del sector inmobiliario parecía arrancar, pero a partir de junio de 2022, cuando se activó el paro nacional por los subsidios de los combustibles, Ecuador ha estado con un riesgo país muy alto, señala Rueda. Eso y la desaceleración económica han generado inestabilidad política que se vive más de cerca en Quito, agrega.

Sin embargo, el ejecutivo apunta que poco a poco hay mayor ocupación en los edificios y los precios de venta suben con respecto a años anteriores. Ese aumento se observa también en otros sectores de alta plusvalía como Bellavista (en el sector de la calle la Bosmediano), el Quito Tenis o la Granda Centeno.

Zonas de alto valor

María Isabel Gavilanes es una de las nuevas vecinas de Iñaquito. Alquila en un departamento en la avenida República de El Salvador desde noviembre pasado, junto a sus hijos. Es amplio, tiene tres habitaciones, un estudio, sala comedor, cuarto de máquinas y cuesta $ 800 al mes. Por años vivió en La Granja y le gustaba la zona, pero ahora se siente cerca de todo.

Cuenta que antes vio otros apartamentos que le gustaban, pero estaban en edificios nuevos y el arriendo solicitado iba de $ 1.200 a 1.700. Pese a la diferencia, el alquiler es costoso y por eso preferiría comprar algo propio más pequeño y accesible en ese sector o mudarse a su departamento en Tumbaco.

Mientras eso ocurre, Gavilanes disfruta de las características de esa zona que la hacen de alto valor: está a 10 minutos de su negocio y de la universidad de sus hijos; frecuentan restaurantes, cafeterías, iglesias, centros comerciales y lo más importante para ella y su familia: el parque La Carolina.

Además, pueden moverse a pie o en bicicleta, y si van más lejos, disponen de varias líneas de bus y una estación de Metro cercana. “Lo único que falta es que haya un hospital para que el lugar sea perfecto”, manifiesta.

De acuerdo con María Samaniego, presidenta del Colegio de Arquitectos de Pichincha, eso y las buenas condiciones para la actividad inmobiliaria de altura son factores que influyen en su plusvalía. La mayoría de los nuevos proyectos está destinado a la venta, por lo que es más posible rentar en edificios de más de cinco años de antigüedad.

Plusvalía en zonas rurales

Sin embargo, la alta plusvalía no está solo en las zonas urbanas, sino también en las rurales. Cumbayá, Tumbaco, Puembo o Nayón están en la lista. En los dos primeros, según Samaniego, la oferta se ha consolidado desde hace siete años y la disponibilidad de arriendo es mayor.

Además, ahora ya no hay solo viviendas unifamiliares en conjuntos residenciales, sino que proliferan edificios de hasta cuatro pisos en zonas de Cumbayá como Santa Lucía, El Potrero o Lumbisí. Samaniego agrega que en Tumbaco está creciendo la construcción de casas adosadas de 100 a 110 m2.

En Puembo, en cambio, se consolidan proyectos en terrenos grandes para viviendas unifamiliares, y el tema del arriendo se fortalece en los tres puntos debido a factores como el cambio de colegios prestigiosos como el Einstein o el Americano, que decidieron ir hacia ese sector y la situación genera demanda.

Valores del arriendo

Los valores del arriendo dependen de la antigüedad de la construcción, de amenidades como piscina, sauna, turco, gimnasio y de los servicios del sector, indica José Vicente Betancourt, presidente de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Pichincha.

En sus 27 años de experiencia, ha notado que la González Suárez y el Quito Tenis se han mantenido como de alta plusvalía. El valor del arriendo allí parte de los $ 300 en suites antiguas en adelante. La base en Iñaquito está en $ 400, pero el precio sube exponencialmente según las características.

Los valores son más altos, dice Betancourt, cuando se trata del mercado selectivo. En Quito, las grandes casas que quedan en los sectores de alta plusvalía por lo general se rentan para empresas. Por ejemplo, la última de la que tiene referencia tiene 700 m2 de construcción y, dependiendo del uso, puede costar de $ 3.800 a 6.000 al mes.

Ese rango de precios se aplica también para casas en Cumbayá de terrenos de 1.500 m2 en urbanizaciones. La base para una propiedad así arranca en $ 2.000, pero subirá si la renta una empresa para sus ejecutivos o si es para estancias cortas.

El contraste es notorio, pues en Cotocollao, Ponceano o La Kennedy, en el norte, se puede encontrar casas más sencillas y pequeñas, pero con servicios desde los $ 250. Las zonas más económicas, dice Betancourt, están en el extremo norte, en el sur y en Calderón, por ejemplo.

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