Quito: El asalto en un centro comercial expone la falta de control de armas
Expertas analizan la escalada delincuencial que derivó en un robo dentro de un centro comercial en el norte
Asaltos a blindados y a clientes en estacionamientos y exteriores de centros comerciales en Quito y en Cumbayá llenaron los titulares de los medios de comunicación el año pasado. El último fin de semana, en cambio, la situación empeoró con el robo a una joyería en otro centro comercial, en el norte de la ciudad. Esta vez, los asaltantes usaban armas largas y llegaron vistiendo uniformes aparentemente de la Policía Nacional.
Aunque no es la primera vez que un asalto a mano armada ocurre en la capital, lo cierto es que ahora sucedió en un espacio en el que la gente se siente segura, pues los centros comerciales son sitios a los que se acude con las garantías de tener estacionamiento privado y vigilancia, locales de todo tipo en el mismo lugar y un espacio de encuentro donde aparentemente nada podría ocurrir... hasta ahora.
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Leer másPara la investigadora en materia de seguridad María Fernanda Noboa, este es el inicio de algo que ella ya había notado que empezaría a ocurrir hace unos seis o siete meses: la ‘privatización’ de la delincuencia hacia lugares empresariales o infraestructuras estratégicas. En este caso, dice, más que un ataque, se inició por un asalto como una forma de advertencia.
Para Noboa, los actores criminales, en este caso, son facciones de menor calibre dentro de las grandes estructuras que existen en el país. Mientras los otros hacen actividad de narcotráfico o narcominería, les dejan a ellos la parte doméstica y urbana para atemorizar a la gente.
“Esto crea un efecto psicológico porque muestra que hay una falta de control. A pesar de que están policías y militares en las calles, no se logra controlar. Todos los días nos bombardean con la estrategia de comunicación de la Policía y del Ministerio del Interior, sin hablar mucho de lo que hacen los militares, pero es preocupante porque estos hechos dan la idea de que el sentido de control se está perdiendo”, puntualiza Noboa.
El lunes, el Bloque de Seguridad hizo un reporte sobre los resultados de implementar el estado de excepción en Quito desde el 3 de octubre pasado. El viceministro del Interior, Lyonel Calderón, señaló que “en el cantón Quito ejecutamos acciones con resultados visibles. En un comparativo respecto al mismo período de 2023, se ha logrado una reducción del 14 % en homicidios intencionales”, del 1 de enero al 24 de noviembre.
Por su parte, el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, informó que en la capital se realizaron 8.805 operaciones en distintos puntos de la ciudad, sin profundizar en los resultados.
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Lorena Piedra, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Estudios Internacionales y especialista en seguridad e inteligencia, señala que existen centros comerciales, no solo dentro del Ecuador sino también fuera, donde existe un control estricto de armas.
Las medidas de seguridad son necesarias
En la capital, Riocentro abrió sus puertas en 2022 y las medidas de seguridad que allí se toman sorprendieron a los quiteños. Desde su inauguración, en todas las puertas el personal de guardianía pide a quienes ingresan abrir mochilas o carteras grandes, y se cuenta con detectores de metales que usan con quienes llegan al lugar.
Aunque se trata de una medida que extraña e incomoda a algunos, para Piedra es necesaria pues evitaría sustos como el ocurrido el sábado en las avenidas Amazonas y Naciones Unidas. “Este asalto no se podía llevar a cabo sin una amenaza a la vida de alguien”, señala.
ASALTO A JOYERÍA EN QUITO
— Info_ Xexuina Mendonca (@InfoXexuina) November 24, 2024
Así fue el momento exacto del robo en la joyería Vanitex dentro del Centro Comercial Iñaquito Meterse dentro del CCI ya es audacia total Vestidos de policías con chaleco anti balas y calentador policial se los puede ver Increíble @AmandyMacedo_RT pic.twitter.com/IZKH3ryevV
Piedra explica que en el país cada vez más lugares toman medidas de seguridad, con mecanismos que ya son comunes y que llevan más de 20 años funcionando en ciudades como Bogotá “como consecuencia de la violencia que se vive en Colombia, esto ya es parte de los procedimientos habituales de seguridad en la ciudad, en los espacios públicos y privados”. Cita el caso de universidades ubicadas en la av. 12 de Octubre, en Quito, donde hay detectores de metal y controles de ingreso.
También ocurre en otros lugares como la UDLA, en la av. de los Granados, o en hospitales como el Vozandes, el Metropolitano o Citimed. En estos últimos, es necesario registrarse con el número de cédula e incluso existe un sistema de reconocimiento facial. La primera vez que se visita Citimed, en recepción se debe entregar la cédula y permitir que el personal registre la fotografía de quien ingresa. En las siguientes ocasiones, el sistema lo detecta y el acceso al edificio es más sencillo y toma menos tiempo.
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Leer másPara la experta, esto es necesario porque asaltos de este tipo ya han ocurrido en otras ciudades del país, como Guayaquil, y el problema es que no hay ningún tipo de política preventiva para generar espacios libres de armas en un país en el que el porte está autorizado para personas civiles que cuentan con un permiso. Piedra puntualiza que “estamos normalizando una escalada en temas de violencia a todo nivel y no nos estamos cuestionando la efectividad de todas estas medidas”. Eso es parte del problema.
Otro tema que destaca María Fernanda Noboa es el uso de prendas policiales por parte de los delincuentes, lo cual no ocurre por primera vez, pues es un hecho que se ha repetido en varios actos delictivos en todo el país. “Debe haber algún negociado en la venta de uniformes policiales, no se explica de otra manera. Asaltan con esos uniformes y van con armas de grueso calibre, lo cual significa que el tráfico de armas no ha parado tampoco”, advierte.
Según Noboa, quien es asesora internacional en seguridad, es importante que se extienda el diálogo público-privado al tema de la seguridad. Recomienda que haya una coordinación específica entre Policía, Fuerzas Armadas y empresas de seguridad, porque ahora el asalto fue a una joyería, pero luego pueden ocurrir en otros negocios y otros centros comerciales. “Se debe tener un estudio geoestratégico de las zonas donde más se producen estos eventos”, sugiere para finalizar.
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