Avanza la limpieza de grafitis en el Centro Histórico luego de marcha del 8M
Trabajadores del Municipio de Quito limpiaron las paredes que fueron rayadas.
Por el Día Internacional de la Mujer, miles de participantes se congregaron el 8 de marzo de 2024 en el edificio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y marcharon hacia el Centro Histórico de Quito.
La consigna de las mujeres fue una vida digna e igualdad de derechos. Pañuelos, gorros, camisetas, banderas violetas y verdes se conjugaron con conciertos de tambores, bandas de pueblo y bailes para protestar.
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Durante el largo trayecto también se pegaron afiches y se grafitearon las paredes con frases como “Fuimos todas, por las que no están”. La mañana de ayer, 9 de marzo, trabajadores del Municipio de Quito se dedicaron a limpiar estos espacios, principalmente en el Centro de la urbe.
El primer paso fue quitar con una espátula los afiches que se colocaron en las paredes. Posteriormente los obreros las lijaron para quitar los restos de spray. Una vez limpias, se procedió a pintarlas.
Uno de los trabajadores se ubicó en la pared sur de la iglesia de la Compañía de Jesús, en la calle Sucre, entre la García Moreno y Benalcázar, en el Centro Histórico. La superficie blanca estaba llena de frases alusivas a la fecha y también tenía cientos de huellas de palmas de manos de distintos colores.
Las paredes de algunos negocios ubicados en la subida a la Plaza San Francisco, a donde llegó la marcha, también fueron grafiteadas con consignas como ‘Ni una menos’ y ‘8M’.
Al lugar llegaron miles de personas que exigían justicia por las mujeres desaparecidas en el país y por los femicidios.
De acuerdo con la Ordenanza Metropolitana 0332, las personas que atenten contra la mampostería o bienes que constituyen espacio público o privado, y forman parte del mobiliario urbano, perpetrando sobre ellos rayados, graffitis o colocando afiches en zonas no autorizadas, serán multados con el 50% de un salario básico unificado.
Se consideran rayados, pintas, graffitis y similares a elementos no arquitectónicos que alteran la estética y la imagen del paisaje urbano y que además generan sobre estimulación visual agresiva, invasiva y simultánea sobre el ciudadano común.
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