La avenida Amazonas se vistió de fiesta con los años viejos
Turistas y ciudadanía aprovecharon para tomarse fotos con los monigotes
Otro año que se acaba, pero la tradición continúa. Desde las 10:00 hasta las 18:00 de ayer se realizó la exhibición de monigotes en la avenida Amazonas, entre las calles Ignacio de Veintemilla y Jorge Washington.
El barrio de La Mariscal se llenó de algarabía, música y color en la despedida del 2023. Pese a la poca presencia de monigotes gigantes, los pocos que se exhibieron fueron del agrado de la ciudadanía, que desde muy temprano se dio cita a este lugar.
‘Los inocentes’ llenan de colores, música y algarabía las calles
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Reina Montenegro llegó desde Bogotá, Colombia, a conocer sobre esta tradición ecuatoriana y quedó admirada de la alegría de la gente que disfrutaba de esta actividad.
La quiteña Miriam Escobar acudió junto a su familia a recorrer la avenida como tradicionalmente lo hacen cada año y se encontró con que en la Plaza de los Presidentes se desarrollaba un festival artístico que la dejó fascinada. Disfrutó de los zanqueros, personas disfrazadas y shows en vivo.
Hasta la Plaza de los Presidentes arribó el club de ciclismo Grupo One, cuyos integrantes decidieron vestirse de viudas y utilizar disfraces mientras realizaban deporte. Se bajaron de sus bicicletas y bailaron al son de la canción “Yo no olvido el año viejo’.
Henry Pontón, quien dirige el club de ciclismo, manifestó que durante todo el 2023 conocieron montañas, recorrieron paisajes. “Cómo no festejar una tradición ecuatoriana como es el año viejo, en la espera de que el 2024 esté lleno de éxitos”, mencionó.
El monigote o año viejo es una tradición ecuatoriana. Están hechos de papel, cartón, aserrín. Llevan ropas viejas que representan todo lo malo de los 12 meses y se elabora un testamento para agradecer por las cosas buenas y malas que pasaron durante el año.
Vengo desde Bogotá, Colombia y me gusta cómo despiden el año en Quito. El ambiente está lleno de alegría que contagia a los visitantes, se vive toda una fiesta
Se confeccionan en familia o con amigos y también son obras de arte con vida efímera, porque se queman al llegar la medianoche o en el caso de los años viejos que se ubicaron en la avenida Amazonas serán guardados en una bodega para que la estructura de metal sea reutilizada el año que viene con un nuevo diseño.
Los mini-monigotes, el regalo perfecto para despedir el 2023
Leer másA lo largo de la tradicional avenida se exhibieron monigotes de mediana altura a pie de calle, entre los que se destacan figuras de dibujos animados de la película Mario Bross.
Su realizador es Rodrigo Manzano, quien acudió a este lugar para compartir con todos su arte. Cuenta que inició la elaboración desde hace dos meses. Los materiales que utilizó fue espuma flex y estructura de metal. Desde hace cinco años presenta sus creaciones y cada año va renovando. Los muñecos exhibidos la mañana del domingo tenían una altura entre dos y tres metros.
Paúl Fonseca elaboró desde hace cuatro meses en su taller a los personajes del pase de niño y de la película Coco. Dice que los monigotes no serán quemados porque los materiales utilizados como la esponja, tela y el esqueleto de acero son dañinos para el ambiente.
No hay mejor manera de despedir el año que viviendo las tradiciones ecuatorianas. Esto después de recorrer todo el año montañas y valles
Mientras que, los personajes del pase del niño los utilizará hasta el 6 de enero y después los guardará en una bodega.
José Remache manifestó que año tras año se presenta a participar en el concurso que cumple 41 años de historia. El personaje que escogió es el tradicional ponchero, que cada año le va integrando más piezas. Este personaje es un homenaje a la historia quiteña. Está elaborado con cartón reciclado, al igual que su coche de ponchero, que tiene una botella y una llave.
La Administración Zonal Municipal La Mariscal, junto a la Secretaría de Cultura, organizaron el evento llamado Corredor Artístico. Contó con la presentación de obras de teatro, danza andina, música popular y folklórica en vivo a través de la interculturalidad.
Cientos de familias aprovecharon que el día estuvo soleado para degustar también de los platos típicos, hacer deporte, tomarse fotografías y comprar pelucas, caretas, años viejos y ayudar a reactivar el comercio de la zona.
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