En las avenidas Rumiñahui y Simón Bolívar es en donde más roban los carros
Según las estadísticas de la Fiscalía el número de delitos aumentó en 2023 Pichincha es la segunda provincia en donde más se registra la sustracción
El caso de Pedro estuvo por engrosar las estadísticas de la Fiscalía por robo de vehículos en Pichincha, la segunda provincia donde más se cometen estos delitos, superada solo por Guayas que ocupa el primer puesto.
El hombre, de 40 años, fue secuestrado la noche de 24 de noviembre en Ponceano Alto, norte de Quito, cuando hacía una carrera, con una aplicación móvil, a los delincuentes que se hicieron pasar por clientes.
“La intención era robarle el automotor, una camioneta 4X4. Nos informaron del caso y se inició una persecución que terminó en el parque Cuscungo, sur de Quito”, informó Cristhian Zambrano, subteniente del Circuito Chimbacalle que tomó procedimiento.
En ese lugar los sospechosos chocaron a otros autos y huyeron por el parque, detalló el uniformado. “Nos organizamos y aunque nos dispararon esos malditos logramos recuperar el carrito”, manifestó uno de los compañeros de la víctima. Lea además: "Policías asesinados regresaban de recuperar un vehículo robado"
Para preservar mi vida no enfrenté a los delincuentes. Me duele que se llevaron el fruto de mi trabajo.
El robo de vehículos se incrementa. El año pasado en la provincia de Pichincha se registraron 2.347 robos de automotores. Pero en el período comprendido de enero a octubre de ese año hubo 1.862 casos. En este 2023, en el mismo período, la cifra subió a 2.175. De acuerdo con las proyecciones, hasta diciembre próximo las cifras podrían subir.
Y en esas estadísticas está el caso de Nicolás Collaguazo. Su pesadilla comenzó el pasado 12 de octubre, cuando posibles delincuentes le sustrajeron su camioneta 4X4. En esa fecha un primo suyo llamó para pedirle ayuda. “Se le poncharon las llantas y fui en mi camioneta a verlo”, recuerda el afectado de 30 años. Era la madrugada y el desperfecto mecánico de su pariente se dio cerca de Carapungo, en el norte de la ciudad.
Para solucionarlo, Collaguazo manejó hasta cerca del intercambiador de la zona para preguntar a los taxistas la dirección de alguna vulcanizadora que a esa hora estuviese abierta. “En ese momento, un Tucson plateado me cerró el paso y se bajaron cinco personas fuertemente armadas”. Ellos lo obligaron a salir del carro con amenazas de muerte e insultos.
La víctima prefirió salvar su vida y no se opuso al robo. Con tristeza vio cómo el fruto de su esfuerzo se lo llevaron los delincuentes cuya ubicación es incierta hasta ahora.
Christian Chicaiza es abogado y en lo que va del año, él y la firma a la que representa están patrocinando a siete víctimas de robo de vehículos.
“Hemos determinado que la forma de operar de estas bandas es interceptar a las personas entre tres o más carros. Muchas de las veces los secuestran y se les llevan sus carros”, menciona el defensor.
En su experiencia con los casos que representa se ha definido el fin que tienen los autos sustraídos. Chicaiza tuvo un representado al que le desvalijaron el carro y solo hallaron el chasís. Eso los lleva a presumir que el resto fue vendido.
El otro objetivo es usar los carros para cometer más actos delictivos. Ese fue el caso de una camioneta en la que los ladrones se llevaron las máquinas de una panadería. “Pero el problema es que esa camioneta tenía una placa de otro carro más pequeño”.
Pero lo más preocupante es el tercer objetivo del que se aprovechan los delincuentes: la extorsión. Eso pasó con un famoso influencer a quien defiende Chicaiza, pero del que se reserva su nombre por precaución. “Hace tres semanas, mi cliente le dio el carro a su representante para que llevara a su equipo de trabajo a sus casas. Cuando estaba por Carapungo fue interceptado por unos hombres fuertemente armados”.
Los delincuentes raptaron al representante del influencer y lo abandonaron -con vida- por el sur de Quito. Luego de unas horas llamaron al dueño para pedirle 4.000 dólares. Él depositó el dinero, pero hasta el momento no ha recuperado ninguna de las dos cosas.
El teniente Wilmer Fernández, de la Unidad de Recuperadores de la Policía Judicial de Pichincha (PJ), indicó que los sectores donde más ocurren estos delitos son en el Distrito Eugenio Espejo, Manuela Sáenz, Distrito Tumbaco y Los Chillos.
“La forma de operar de estos sospechosos es el estruche y el asalto a mano armada. A eso se suma que se está realizando el denominado paseo millonario, en el que se ejecuta un secuestro extorsivo, generalmente en el sector de Los Valles y por la avenida Simón Bolívar”.
El oficial informó que la Simón Bolívar y en la avenida General Rumiñahui son los puntos más ‘frecuentados’ por los ladrones de vehículos por la poca iluminación y porque no hay cámaras de videovigilancia, ya sean de servicio público o privadas.
El teniente Fernández acotó que los modelos más robados son camionetas de al menos dos marcas. Los jeeps también son los preferidos de los delincuentes que “optan por esa clase de automotores porque tienen gran espacio para llevar muchos más artefactos al momento de cometer algún otro tipo de delito”, finalizó el oficial.
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