
Avistamiento esperanzador en el Chocó Andino: Tres osos aparecieron en el bosque
El oso de anteojos es considerado una especie vulnerable en Quito
La mañana del 21 de marzo de 2025, en Nanegalito, que forma parte del Chocó Andino, en el sector de Guandopungo, en las copas de los árboles de aliso, una especie introducida para la recuperación de los bosques, dos cachorros y una hembra de oso andino disfrutaban de bromelias.
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El avistamiento lo hizo Rocío Ayala, guardabosques de la Red Metropolitana, cuando realizaba su recorrido habitual en el Corredor Ecológico del Oso Andino, en la parroquia de Nanegalito, al noroccidente de Quito.
Ayala recordó que antes del proceso de reforestación, era muy raro encontrar a esas especies. “Tienen patas y garras muy fuertes con las cuales pueden trepar de forma muy ágil los árboles, pero también son tímidos a la presencia del ser humano”, dijo.
La Secretaría de Ambiente detalló que el avistamiento ocurrió en una de las fincas beneficiarias del programa de “Fortalecimiento del Subsistema Metropolitano de Áreas Naturales Protegidas (SMANP) del DMQ”.
Según la entidad municipal, desde mayo de 2023 hasta lo que va de 2025, trabaja en 290 fincas en las ocho Áreas Protegidas del DMQ, cubriendo una extensión de 7.029 hectáreas de co-manejo, con una inversión de 480.000 dólares en incentivos no monetarios con plantas nativas frutales, insumos para sistemas de riego, mejoramiento de sistemas de ganadería sostenible, entre otras.
Una especie vulnerable
El oso de anteojos es considerado una especie vulnerable. De acuerdo con WCS Ecuador, aparece como una especie En Peligro (EN) en la Lista Roja de Ecuador, y como una especie Vulnerable (VU) en la Lista Roja de la UICN.
La fragmentación y pérdida del hábitat de su área de distribución los han obligado, en muchos casos, a desplazarse a sitios habitados por los seres humanos, lo que es una de las principales amenazas.

WCS explica que les quitan la vida por destruir cultivos de maíz y por matar animales domésticos (ganado bovino y vacuno). Además, en algunos lugares, son cazados por su carne, piel y grasa.
Pese a ello, la Secretaría de Ambiente menciona que el reciente avistamiento evidencia la recuperación de los bosques andinos y páramos, hábitat de especies como el cóndor andino, el tapir, el mono aullador, el tigrillo, o la rana cohete de Mindo.
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