Los barrios de Pomasqui se blindan contra la inseguridad
Tras la muerte violenta de un deportista durante un asalto, los moradores se movilizaron. Por su propia gestión instalaron cámaras de seguridad
Un suceso trágico convocó a los vecinos de Pomasqui a unirse y a tomar acciones frente a la delincuencia en esa parroquia del noroccidente de Quito. El más reciente hecho delictivo ocurrió en el barrio Santa Rosa y quedó grabado en las cámaras de seguridad.
Byron Reinoso recuerda que su primo, Mauricio Aguirre, era muy conocido en el barrio. Sus logros deportivos en el ecuavóley hicieron que se ganara el cariño de los moradores. Todo cambió cuando, en medio de un asalto, le dispararon en el cráneo y lo asesinaron.
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La violencia con la que actuaron los armados es lo que más preocupa e indigna a Reinoso. El día del asalto, Aguirre estaba con otros dos primos. A uno de ellos también le dispararon y golpearon. Después de permanecer hospitalizado, ahora se recupera.
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Leer másOtro primo logró escapar del lugar con heridas en la cabeza, a causa de los golpes que le propinaron con una botella.
Para Reinoso no se trata de un hecho aislado. En el sector donde victimaron a su primo han ocurrido robos y secuestros. Una situación similar afecta a otros barrios de Pomasqui.
Como una medida de protesta, los moradores organizaron un plantón. Wilmer Aguirre, hermano de Mauricio, pide justicia y que avancen las investigaciones para dar con quienes le arrebataron la vida y ahora deja a un niño en la orfandad.
Pese a que el día del plantón los convocó un suceso triste, Fanny Torres, moradora de Pomasqui, resalta la unión que siempre ha caracterizado a sus habitantes. “Ahora debemos estar más juntos que nunca y sobre todo perder el miedo”.
Ese día también les permitió conocer de primera mano las preocupaciones que aquejan a los vecinos. Todos coincidieron en que, por un lado, es vital trabajar en conjunto para hacer frente a la inseguridad, y por otro, exigir a las autoridades que cumplan con su labor.
Las personas están en pie de lucha porque están matando a nuestra gente. Pedimos la colaboración de la Policía, pero también de los vecinos, que nos comuniquemos.
El barrio San Rafael de Alugullá está ubicado en el ingreso a Granilandia. Allí hay un campo deportivo que fue tomado por los ‘amigos de lo ajeno’. Hubo robos, peleas. Incluso una vecina fue herida cuando trataron de quitarle sus pertenencias.
Si bien existe una cámara, Ernesto Pullas, presidente del barrio, asegura que no funciona, por lo que los vecinos colaboraron para instalar dos equipos de videovigilancia en las calles Granilandia y El Paraíso.
Poco han servido las solicitudes de patrullaje y ante los constantes delitos optaron por construir un cerramiento en el campo deportivo. Para conseguir fondos organizaron un torneo de fútbol y cobraron por el ingreso.
El asesinato de Aguirre ocurrió frente a la urbanización El Rosario, que colinda con la extensión de la avenida Simón Bolívar. “Es un hecho que nos alarmó a todos”, comenta Freddy Mora, presidente.
Al igual que en Alugullá, se han registrado robos e intentos de secuestro. Mediante un circuito que instalaron han observado que vehículos sin placas se estacionan afuera de las urbanizaciones de La Pampa y desconocidos toman fotos.
“Hemos pedido más operativos de control, pero la situación no ha cambiado”, sostiene Mora. Eso los llevó a habilitar una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en una construcción abandonada. Para ello, realizaron todos los trámites legales y además recaudaron fondos y la adecuaron para que funcionara.
La subteniente Johanna Guevara, jefa del circuito Pomasqui, indica que los operativos se han intensificado este año. En los controles decomisan principalmente armas blancas.
Intensificamos los patrullajes en el sector y, además, estamos integrando a los líderes de los barrios a los chats de seguridad para que exista una respuesta inmediata de parte de la Policía.
De acuerdo con el mayor Álex Hernández, a cargo del Distrito La Delicia, en el circuito Pomasqui hay una reducción del 43% en la incidencia de delitos. Los más comunes son los robos a personas, a carros, domicilios, accesorios y motos.
Si bien las cifras muestran una disminución, eso no implica que no haya víctimas de la delincuencia. Por ello, Hernández sostiene que se han aplicado estrategias de prevención y también trabajan con la comunidad.
Para Torres, las acciones tomadas son necesarias frente a la inseguridad. Además, está convencida que la labor en conjunto y comunicación son fundamentales para no caer a merced de la delincuencia.
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