Una biblioteca móvil con 4.000 libros recorre los barrios periféricos de Quito
La fundación Cecilia Rivadeneira impulsa el proyecto cultural, que aspira recorrer todo el Distrito Metropolitano hasta fin de año
Adaptarse. Eso fue lo que decidió hacer la fundación Cecilia Rivadeneira ante los cambios que la pandemia generó a dos de sus proyectos emblemáticos: la Escuela Granja, y la biblioteca Margarita Granja, ambas en funcionamiento desde 2019.
Para ello, la entidad transformó el vehículo que usaba para el traslado de los niños en una biblioteca móvil que, desde la semana pasada, recorre los barrios de la capital, llevando 4.000 tomos a niños y jóvenes.
Wilson Merino, presidente de la fundación, explicó que el proyecto tiene como fin promover la lectura, sobre todo en esta época de aislamiento. “Queremos que los niños y niñas, que han pagado los platos rotos en esta pandemia, se sientan menos solos y encuentren acompañamiento en los libros ya que están lejos de sus amigos y de sus escuelas y no pueden salir ni a los parques”, dijo.
Un comedor comunal de la Lucha de Los Pobres, al sur de Quito fue el segundo punto de arribo de la biblioteca móvil, tras que días antes esta se instalara en Atucucho. Ahí, previamente, la fundación había organizado el encuentro con los dirigentes del lugar.
En los exteriores del comedor, ochenta pequeños se habían reunido para verlos llegar. Gritos de alegría acompañaron el arribo. Durante tres horas, y en grupos, estos se acercaban hasta ‘la combi’, el auto usado para la actividad a ver las obras en su interior y participar de la lectura de los ‘cuenta cuentos’. Tres relatos sobre inclusión y valores fueron los seleccionados para la jornada.
“Hay mucho dolor aquí. Han fallecido vecinos, los niños están encerrados. Esto para ellos es una alegría, es como regresar a la normalidad por un ratito”, comentó Greta Guamán, miembro de la localidad mientras acompañaba a su pequeño a hojear las obras.
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Leer másHay dos modalidades de uso: la donación y el préstamo. Tras las actividades, la entidad dona un pequeño monto de libros al barrio, y los comités son los que luego se encargan de hacerlos circular. “La idea es que seamos un detonante para la lectura, y que los chicos se intercambien los libros”, estableció Merino.
La iniciativa busca llegar a todas la parroquias urbanas y rurales del Distrito Metropolitano hasta fin de año. Todas las actividades serán al aire libre, en los exteriores de las casas comunales o en canchas, respetamos las medidas de bioseguridad. Alangasí y La Merced serán las próximas parroquias en recibir visitas. Las localidades se anuncian previamente a través de las redes sociales de la fundación.
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