Los buses mejoran, pero no las condiciones de los choferes
Los parámetros de calidad ya se aplican, pero no incluyen cabinas bioseguras. Más de 300 conductores se han contagiado. Veintinueve han fallecido
Luis Calvopiña es dirigente de la operadora Bellavista que cubre una de las rutas más tradicionales de la capital: Tumbaco - Quitumbe. Es dueño de un bus. Antes de la pandemia de COVID-19 contrataba chofer y controlador; sin embargo, el año pasado, Calvopiña tuvo que despedirlos por la crisis económica que provocó el confinamiento. Ahora, él maneja el automotor y su esposa es la ayudante.
No ha sido fácil, lo admiten. Pero no hay otra salida. Entre ambos construyeron una barrera de plástico, alrededor de la cabina del conductor para evitar que algún pasajero contagiado los contamine. Además, desinfectan el vehículo dos veces al día y siempre llevan a la mano un frasco de alcohol.
Gissela Rojas, su esposa, explica que lo más peligroso es lidiar con usuarios que suben sin mascarilla. “Yo no les dejo subir así pierda el pasaje”, dijo.
Temen enfermarse, y no es solo un supuesto. Conocen las realidades tras esa posibilidad, pues muchos de sus compañeros han fallecido. Otros han enfermado y aún tienen secuelas.
Según la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros de Quito (CTDMQ), hasta ayer, 29 choferes han fallecido por el COVID-19 y más de 300 se han contagiado.
En los últimos ocho días fallecieron tres conductores. Segundo Rea, gerente de una operadora de buses, murió la mañana del jueves tras complicarse su cuadro de salud. El lunes pasado fue Bolívar Santamaría, conductor de la cooperativa Bellavista. El anterior sábado, Claudio Vilatuña.
Confusión y optimismo en el primer día de un alza de pasajes a ‘cuentagotas’
Leer másJosé Santamaría, presidente de la CTDMQ dice que los conductores y sus ayudantes se exponen 400 veces al día al contagio del virus, porque este es el número de usuarios que ocupan este servicio. “La transportación colectiva es una de las principales fuentes de contagio en la pandemia”, dijo.
Entre los veinticuatro parámetros de calidad con el que más de sesenta cooperativas de la ciudad deben cumplir para subir el valor del pasaje de $ 0,25 a $ 0,35, no se encuentra la construcción de una cabina segura. Esto, indican los choferes, vuelve la situación sanitaria más peligrosa para ellos.
“Los dueños de los carros no quieren invertir más de lo que ya están invirtiendo en renovar las unidades. Nosotros hemos puesto plásticos y demás, pero debemos comprarnos nuestros propios implementos de seguridad”, comentó Andrés C., conductor de la cooperativa Águila Dorada, que prefiere la reserva de su nombre.
Este considera que este sector debe ser incluido dentro del plan de vacunación que desarrolla el Gobierno.
EXPRESO solicitó a la Secretaría de Movilidad una entrevista sobre los parámetros en temas de bioseguridad pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.
Con la inclusión en el proceso de vacunación, concuerda Jorge Yánez, representante de este gremio en la capital, quien considera que no se han tomado suficientes medidas para proteger a los conductores.
“Los transportistas privados no son tomados en cuenta, pese a acercamientos con el COE Nacional. Las mascarillas no son suficientes, y se debe considerar a este importante grupo de la población”, comentó a través de sus redes sociales.
Y es que las cabinas de seguridad tampoco garantizan al 100 % la salud. Esto lo señalan los choferes que trabajan en la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros, que manejan el Trole y la Ecovía.
Ellos sí cuentan con cabinas especiales, construidas por el Cabildo, y la inhabilitación de la puerta de ingreso que está junto a ellos para que no tengan contacto con los usuarios.
Pese a ello, han fallecido cinco conductores y una veintena se ha contagiado. Para rendirles homenaje a los muertos, suelen colocar la imagen de la persona impresa en un papel con un mensaje de luto en los parabrisas de los articulados.
El Metro rinde cuentas a sus financistas
Leer más“No queremos ser los próximos”, dice Mario Simbaña, de este grupo de agremiados.
Menos controles por agentes con la COVID-19
Un alza en el índice de fiestas clandestinas y actividades deportivas reportó la Agencia Metropolitana de Control (AMC), que dejó más de 300 exhortos y multas el fin de semana. Los operativos se han realizado en conjunto con la Intendencia de Pichincha.
La entidad, no obstante, ha reportado bajas por agentes de control contagiados, lo que ha llevado a que los operativos se deban respaldar con mayor personal policial. Gabriela Obando, titular de la AMC pide mayor corresponsabilidad a los ciudadanos.