Calidad del aire: tres amenazas que asfixian a los capitalinos
La principal fuente de contaminación del aire de Quito son los vehículos. Hay zonas de la ciudad en donde la combustión se concentra
Una alerta sobre afectaciones a la calidad del aire causó preocupación durante los primeros días del año producto de la quema de ‘años viejos’ y uso indiscriminado de pirotecnia.
La Secretaría del Ambiente advirtió que hubo un aumento en la emisión de elementos contaminantes en la ciudad, como el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre.
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“El elemento contaminante que se disparó en esas fechas fue el material particulado PM 2.5, que es uno de los seis criterios de contaminantes del aire, que puede incluir sustancias químicas orgánicas como polvo, hollín y metales. Estas partículas pueden provenir de la quema de ‘años viejos’ y pirotecnia”, dijo Ximena Benavides, directora de Regularización y Control Ambiental de la Secretaría de Ambiente.
Los sectores que resultaron con mayor afectación fueron Belisario Quevedo, Los Chillos, Centro Histórico y Guamaní. Esto se debe a que hubo un incremento en la quema de ‘años viejos’ a diferencia de años anteriores.
La funcionaria explicó que estas acciones producen partículas finas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar problemas respiratorios.
Otro de los factores que también inciden son los 550.000 vehículos que circulan en la capital. Valeria Díaz, coordinadora de la Unidad de Investigación, confirma que, en la pandemia, hubo una baja significativa debido al confinamiento.
Los niveles de contaminación en el aire siguen al alza, aunque todavía no alcanzan los niveles que se registra en Bogotá y México.
En la capital, los índices de Ambiente confirman que más del 90 % de las emisiones que se producen en Quito se deben al tránsito vehicular, debido a la mala calidad de combustibles que se utiliza en el parque automotor y son los responsables de que el aire se contamine.
“Los combustibles fósiles, como el diésel y la gasolina alcanzan una concentración de 60 partes por millón de azufre”, detalla la investigadora.
En Quito el 90 % de las emisiones que van al aire son causadas por los vehículos
La zona más afectada por el tránsito vehicular en Quito es Belisario, centro norte. Las mayores concentraciones se encuentran en los momentos de frío, debido a la necesidad de los vehículos de operar los arranques a bajas temperaturas.
“La humareda de los buses que usted ve son partículas de carbón que se quedan suspendidas en el aire. Pero esas que se ven son las menos ofensivas porque al ser más gruesas se quedan retenidas en la nariz, los ojos y solo pueden afectar al sistema respiratorio superior”, explica Díaz.
Otro de los sectores como Calderón, Mitad del Mundo y los lugares que están cercanos a las zonas boscosas también se ven afectados durante la época seca producto de los incendios y el nivel de polvo que se levanta producto de los fuertes vientos.
Para los especialistas, la contaminación ambiental puede causar daños irreversibles en la salud. Así lo afirma el otorrinolaringólogo José Navas, quien señala que la contaminación ambiental causa daños en la salud. En un 25 % de las personas alérgicas, puede provocar asma o cuadros de sinusitis. También puede causar infecciones respiratorias en nariz, garganta y pulmones.
La contaminación ambiental reduce notablemente la calidad de vida, la posibilidad de hacer ejercicio físico y tener una vida más placentera. Las personas que viven en ambientes contaminados tienen más probabilidades de sufrir enfermedades respiratorias, cardíacas y cáncer.
Usar mascarillas puede ayudar a las personas que tienen alergias y a las que se exponen a la contaminación ambiental. También es importante realizar controles periódicos para verificar la función respiratoria y evitar secuelas a largo plazo, como asma, fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, entre otros.
De acuerdo con Navas, el 50 % de los pacientes que acuden a su consultorio lo hacen por problemas respiratorios, de los cuales un 40 % son casos graves causados por factores ambientales. Esto es un porcentaje muy alto, tanto en niños como en adultos.
Para evitar estas afectaciones, es importante cambiar los hábitos de vida, utilizar menos combustibles fósiles, como autos de gasolina y diésel, y migrar a otro tipo de energía más limpia, como los autos eléctricos. Como cuidados paliativos, se recomienda el uso de mascarillas.
“Mientras sigamos contaminando, las afectaciones por la contaminación ambiental seguirán aumentando. Es un problema de salud pública que debemos abordar de manera urgente”, señaló.
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