Quito: El calor del verano afecta el viaje de pasajeros del Metro
En la época seca, los usuarios se ven afectados por la temperatura en los vagones
Una carpeta en la mano es la herramienta ideal para aliviar el calor durante un viaje al mediodía en el metro de Quito. Esa es una de las horas pico en este moderno transporte capitalino que, a pesar de ello, no cuenta con un sistema de aire acondicionado y tampoco lo tendrá en el corto plazo.
De acuerdo con la Empresa Pública Metro de Quito, se decidió que los trenes que la ciudad tiene actualmente no contarán a futuro con un sistema de ese tipo. Lo que sí tienen es ventilación, que se activa en las horas de mayor afluencia. Este equipamiento está ubicado especialmente en la parte superior de los vehículos, sobre las puertas.
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Danna Camacho lo sabe y por ello, cuando más se siente el calor en los vagones, se ubica cerca de la puerta, aunque cree que esa ventilación no es suficiente, así que la carpeta es su mejor aliada. Además, para ella es un gran alivio sentir un ingreso de aire nuevo cuando las puertas se abren en cada una de las quince estaciones que tiene el metro de Quito.
Los usuarios sí han notado un cambio en el inicio de la época seca en la ciudad. Por ejemplo, Carmen Herrera y Luis Luna viajaban el martes en el metro y al salir lucían extenuados. “La temperatura está bien fuerte. Como me ve, estoy sudando y da recelo tomar agua. Salimos así”, dice la pasajera.
Sin embargo, para esta pareja que usa regularmente este sistema de transporte, en estos días se siente un poco menos el calor que en meses pasados, especialmente cuando viajan cerca de las puertas. “Antes era más fuerte, más sofocante”, afirma la mujer.
No hay una política de calidad
El problema, según Édison Yánez, exgerente del Metro de Quito, es que la Secretaría de Movilidad no tiene una política clara de calidad del servicio del transporte público. Entonces, tener o no aire acondicionado se vuelve un tema opcional.
Explica que en la administración del alcalde Mauricio Rodas, en principio hubo un pedido de que los trenes se fabricaran con aire acondicionado; pero luego desde la Secretaría de Movilidad esa posibilidad se descartó y se optó por la ventilación mecánica.
Cuando el sistema empezó a operar con mayor afluencia, el problema del calor en horas pico y los inconvenientes para respirar por la gran cantidad de pasajeros se volvieron evidentes.
Usuarios toman medidas
La gente ha buscado la forma de sentirse más cómoda al viajar, especialmente aquellos que usan a diario el sistema. Es el caso de Darwin Tipán, quien afirma que desde el lunes empezó a sentir con fuerza el calor. Para soportarlo, especialmente de 12:00 a 14:00, tiene algunas prácticas usuales: antes de entrar toma dos sorbos de agua o chupa un caramelo para refrescar su garganta y viaja en camiseta.
Otros usuarios que lucen más cansados y acalorados usan buzos, sacos, chompas y hasta bufandas. Si bien en el ingreso a las estaciones, en las escaleras y hasta en el túnel, esas prendas de vestir no molestan demasiado, el problema se vuelve más fuerte cuando la gente sube al tren.
Ahí, entre más personas hay, más pesado se vuelve el aire y la sensación de calor aumenta. Por eso, los viajeros más experimentados se desprenden de su ropa abrigada cuando bajan hacia lo profundo del sistema y así se transportan más frescos.
Limpieza de los túneles
De acuerdo con la Empresa Pública Metro de Quito, entre marzo y abril de este año se limpió el túnel por cuatro ocasiones, para mejorar el sistema de ventilación de los 18 trenes. Esta limpieza, informó la entidad, tiene el fin de facilitar que este permanezca más tiempo encendido, “se prevenga el desgaste de los filtros y haya una mejor percepción de temperatura durante los viajes”.
EXPRESO consultó cuántas veces se ha efectuado este mantenimiento desde abril hasta julio, pero la empresa no lo precisó y solamente señaló que este proceso es periódico y se realiza para retirar residuos y polvo acumulado durante la construcción. Esta práctica se mantendrá a futuro.
Pero la principal razón por la que no se instalará ahora un sistema de aire acondicionado es económica. El consorcio Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), proveedor de los trenes para el metro de la capital, entregó una cotización que indica que colocar aire acondicionado en las unidades significaría una inversión de 12,9 millones de dólares, más impuestos.
Asimismo, las autoridades municipales han sostenido que Quito no es la única ciudad donde el metro funciona sin aire acondicionado, pues en Londres, Buenos Aires, Nueva York, París, Córdova, Lima, Caracas, Berlín, Guadalajara, Roma, Madrid y Tokio tampoco existe este tipo de sistema de climatización total o parcialmente dentro de sus trenes.
Según Yánez, si ya se ha dado mantenimiento, la ventilación puede funcionar normalmente. Agrega que a futuro, si el sistema se amplía, una eventual colocación de aire acondicionado dependerá de la política de la ciudad sobre qué tipo de servicio le quiere dar a los usuarios nacionales y extranjeros.
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