
La capital en figuras
Animales, representaciones ancestrales e históricas, imágenes son la constante en el paisaje de la ciudad que reconoce en ellas raíces e influencias.
La idiosincrasia quiteña puede expresarse en distintos lenguajes, en este caso en las esculturas que, aunque no tienen vida, son la representación viva de las costumbres y la historia.
EXPRESO realizó un recorrido por distintos barrios de la urbe. Allí, se encuentran figuras que pasan desapercibidas por los transeúntes.
Es el caso del monumento del mariscal Antonio José de Sucre, ubicado en las calles Joaquín Roales y Marco Escorza, en el sector de Chillogallo.
Pese a la relevancia del personaje, este no parece llamar la atención de los moradores que quizá están muy acostumbrados a observarlo diariamente, que no encuentran ningún interés en su presencia a pesar de que es parte del Centro Cívico Mariscal Sucre. Esta escultura fue trasladada a su actual emplazamiento como parte de un proceso de integración de todos los museos en 2015.
En las parroquias rurales también existen figuras que dan cuenta de las creencias religiosas. En Pomasqui, en el noroccidente de la capital, se exhibe una réplica del Señor del Árbol, santo que se apareció en un quijuar (una especie de árbol) en la época de la colonia, según los habitantes. Desde entonces se realizan grandes celebraciones durante los primeros días de julio, cada año. En este espacio también existen representaciones ancestrales como el de la cultura Yumbo con su habitual atuendo blanco.
En Alangasí se muestran, en cambio, representaciones de la fauna ecuatoriana. Por un lado están los colibríes que son parte emblemática de las especies tradicionales de la ciudad con sus aleteos tan fuertes que recuerdan el sonido de un pequeño motor que cruza los cielos ecuatorianos desde el nivel del mar hasta los 4.800 metros de altura. La capital concentra al menos 55 especies. En Quito, se observan por las mañanas en alguna ventana suertuda.
También están figuras más pintorescas como el puma, que habita desde la Costa hasta el límite de las nieves perpetuas en la cordillera de los Andes.
Pero la que no puede pasar desapercibida es la Virgen de Quito, cuya figura corona la loma de El Panecillo, lugar que se ha convertido en un sitio turístico para propios y extraños.
Las más icónicas
Cristo en el árbol
El Señor del Árbol representa la imagen de Cristo en un árbol de quijuar. Se lo celebra en julio de cada año y data de la época de la colonia. Este santo también se encuentra en la parroquia de Pomasqui.

Esculturas
La capital está llena de representaciones que reúnen el acervo histórico y cultural de una ciudad de raíces indígenas que reconoce en sí la influencia de la naturaleza.
Animales salvajes
En Pomasqui se exhiben figuras de felinos como el puma, donde quiteños y extranjeros acuden para tomarse fotografías y divertirse en familia.

Yumbo
Vestido de blanco con llamativos collares y penacho de plumas, este personaje es el ancestro de los quiteños. Estatua en el parque de Pomasqui.

Colibrí
Representación de las aves emblemáticas de la capital. Estos monumentos fueron creados en 2011 como una colección de 65 ejemplares que fueron repartidos en distintos parques de la urbe. Esta escultura está en Alangasí.

Mariscal Sucre
Monumento en honor al mariscal Antonio José de Sucre, quien fue parte de las batallas independentistas. Imagen erigida en el redondel de Chillogallo, sur de Quito.

Pingullero
Personaje popular de Alangasí. Toca simultáneamente un tambor y una flauta de caña llamada pingullo.
