La Casa Humboldt inicia proceso de restauración
La construcción patrimonial data desde antes del año 1800, pertenecía a antiguos pobladores de la zona
La Casa Humboldt luce hoy como una gran choza a los pies del Antisana, que pese a sus más de 200 años resiste el embate de los vientos. En seis meses, será un museo.
El bien patrimonial será restaurado por iniciativa de la Embajada de Alemania y la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS).
El embajador de Alemania, Philipp Schauer, acudió a la cita y junto con funcionarios de EPMAPS y del Fondo para la Protección del Agua (Fonag) pusieron las primeras estacas que serán los pilares que sostendrán una protección temporal para la Casa Humboldt.
La choza, que actualmente tiene huecos en el techo, suelo irregular y un aspecto algo descuidado, será restaurada de manera que conservará su arquitectura histórica. Allí los ciudadanos podrán conocer sobre la labor de Humboldt en el país. Además, habrá un apartado dedicado a los páramos y su importancia para la conservación y cuidado del agua.
Esta casa fue la vivienda de antiguos pobladores a los que Humboldt calificó como “las personas que viven a más altura del mundo”, como describió Susana Escandón, del Fonag. Esto lo relató en 1802, cuando los Himalayas todavía no habían sido muy explorados. Allí, el científico alemán estudió el ecosistema y protagonizó un intento de ascenso al Antisana.
La restauración es importante en el rol de la conservación de los páramos que son ecosistemas imprescindibles en el cuidado de las fuentes de captación que proveen agua a Quito como la Laguna de La Mica y el volcán Antisana, explicó el gerente general de la EPMAPS, Luis Medina.
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