Chiriyacu apuesta por su historia
El mercado, que funcionó durante años como camal de Quito, se especializará en el manejo de las carnes. La intervención empezó con capacitaciones
Durante cinco décadas Chiriyacu fue conocido como el barrio de la carne. Ahí se asentó, tras varias mudanzas, el camal municipal y hasta ahí llegaban cientos de vendedores a diario para obtener las reses faenadas a mejor precio.
En 1996, el sitio cerró y se mudó a La Ecuatoriana. El lugar se convirtió en mercado y su pasado como camal quedó en el olvido.
Al menos hasta que a inicios de este año, un plan de la Agencia de Coordinación Distrital del Comercio (ACDC) y la Empresa Metropolitana de Rastro idearon una propuesta que plantea recuperar la historia de Chiriyacu y transformarlo en el primer mercado especializado en carnes de Quito.
“Queríamos implementar un punto fijo que se convirtiera en un referente de la carne en Quito, con sellos de calidad y excelentes condiciones. En esa búsqueda nos encontramos con el proyecto de mercados temáticos de la ACDC. Había varias opciones, pero nos pareció que Chiriyacu, con su historia, era el lugar idóneo para hacerlo”, explicó María Fernanda Guillén, titular de la Empresa Metropolitana de Rastro.
Las opciones a emular eran varias, pero finalmente se optó por seguir el diseño del mercado San José en Barcelona, España, conocido coloquialmente como ‘La Boquería’.
Este espacio, fundado en 1840, cuenta con 300 puestos de venta, y un énfasis en las carnes, que no solo se centra en los cortes, sino también en los platillos típicos de la gastronomía catalana.
Y eso, explica Guillén, es otra de las propuestas que esperan cumplir hasta 2022 en Chiriyacu.
“La idea no es solo tecnificar el proceso de tratamiento y cuidado de la carne, sino que, en su momento, además de vender la carne de calidad que estamos promoviendo, sea donde uno pueda ir a consumir carne bien preparada por maestros parrilleros, y que tenga un giro más gourmet”, comentó.
El pedido de capacitaciones en los mercados comienza a escucharse
Leer másLa intervención contará con una renovación de infraestructura, que llevará a cabo la ACDC, y que contemplará la implementación de frigoríficos para cada puesto, amplios lavabos para la desinfección y un cuarto de corte compartido.
La propuesta deberá estar lista el próximo año, para coincidir con la celebración del Bicentenario, pero la primera fase ya empezó con la capacitación de los vendedores.
Para Guillén, esta es la parte más importante, pues su fin es cambiar el tipo de tratamiento que se le da a la carne, y que se ha popularizado a nivel nacional pese a no ser la adecuada.
Adaptarse a otra forma de cuidar la carne y venderla es complicado, pero nos emociona que nos conozcan como especialistas.
“En los mercados los ‘caseritos’ llevan décadas exhibiendo las carnes colgadas, es a lo que estamos acostumbrados, y ha sido complejo que cale la idea de que las carnes deben estar refrigeradas. Además del proceso de tratamiento, también capacitaremos en cómo mostrar los cortes y exhibirlos, sin la necesidad de que se rompa la cadena de frío”, señaló.
Milton Herrera, uno de los comerciantes de la localidad, acepta que el proceso de aprendizaje es complejo, pero señala que buscan adaptarse y así mejorar su labor.
“El año pasado vivimos una baja en ventas muy dura. La situación económica hace que quienes vienen busquen lo más económico. Si queremos seguir trabajando, necesitamos más clientes y nuevas formas de acercarnos a ellos”, señaló.
Este agregó que la propuesta es una que emociona al gremio pues además de mejorar las condiciones del mercado, busca convertir a Chiriyacu en un espacio turístico.
“Se dice siempre que el sur de Quito es peligroso y queremos cambiar esa mirada. La mejor forma es mostrando que somos gente trabajadora, que quiere innovar y dejar en alto su herencia”.
Juan Báez, uno de los carniceros más antiguos de Chiriyacu, concuerda. “Nos enorgullece que recuperemos la historia de la venta de carnes, y que seamos conocidos como especialistas”, señaló.
La siguiente fase del proyecto será incrementar la capacitación para que los vendedores accedan a la certificación ‘Quito carne de altura’, que garantiza su calidad.
Estado
El mercado de Chiriyacu tiene más de 400 puestos. El 40 % está dedicado a la venta de carnes de res, cerdo y pollo. Tiene un patio de comidas dedicado a los platos típicos.
Los mercados temáticos, un eje turístico
La creación de mercados temáticos turísticos surgió como una iniciativa dentro del plan de reactivación económica que realizó la Alcaldía el año pasado.
El primero de su tipo, el mercado de San Francisco, en el centro de la capital, estuvo listo en enero de este año. Ahí, la ACDC hizo una inversión de $ 45.000 para potenciar su artista más popular: la de las limpias.
Los puestos que hasta entonces se habían dado a conocer por su tratamiento medicinal con hierbas recibieron sus propios consultorios. Según Miriam Yánez, una de las beneficiarias, el lanzamiento del proyecto vino acompañado de un alza del 30 % en el índice de clientes. “Nos ha sorprendido a todas, porque sí viene más gente a visitarnos, ya que están más cómodos. Aún no estamos recibiendo turistas extranjeros, pero esperamos que para fines de año eso cambie”, agregó.
En enero también se reinauguró el mercado agroecológico de La Floresta, dedicado exclusivamente a la venta de productos orgánicos. Ahí la respuesta ha sido menor, pero los comerciantes aún guardan esperanzas en el futuro.
“Mucha gente, incluso del barrio no nos conocía. Tenemos clientes fijos, pero estamos intentando promocionarnos a través de redes sociales para que más gente sepa que estamos aquí”, explicó Elvira Pérez.
En la lista de intervención hasta 2022 está el mercado de Chiriyacu, el mercado Central, el mercado Arenas y el de Chimbacalle. Una ruta turística, implementada por el Cabildo, se sumará al plan el próximo año.