Cien monigotes retratan los hitos de la historia regional
Con videos, instalaciones y juegos, la muestra ‘Archipiélago In(di)visible’ ahonda en la cronología latinoamericana. 6.000 personas la han visitado
La idea surgió el 1 de enero de 2022 cuando una conversación entre Gabriel y Ramiro Noriega dio pie a un debate: si los monigotes que se queman el 31 de diciembre ya no tienen un sentido crítico, ¿tienen aún sentido alguno?
La idea de recuperar esta tradición, y, de paso, dar voz a la historia de América Latina, desembocó en un proceso de creación entre quince gestores y artistas regionales. El resultado, tras un año de trabajo, fue la muestra ‘Archipiélago In(di)visible’, que abrió sus puertas en el Palacio de Cristal del parque Itchimbía.
La exposición, que cuenta con cuatro recorridos diarios, arranca con el linchamiento del general Eloy Alfaro en 1912. El fuego consume una pantalla gigante sobre el que se proyectan las noticias de la época. Tras ello, el público ingresa a una gran sala donde aguarda el monigote de ‘El viejo luchador’.
Este le plantea a la audiencia una premisa que marca el eje temático de la ruta histórica: sin consciencia del pasado, estamos condenados a ser vestigios, sin presente ni futuro.
Así lo explicó Gabriel Noriega, codirector de la exposición. “No queríamos un panteón de monigotes, sino que estos aparecieran para narrar partes de su historia y su visión sobre la época que les tocó vivir, que fuera una muestra lúdica, y que el público pudiera intervenir”, dijo.
La muestra está dividida en once escenas, algunas de ellas inmersivas, otras con instalaciones que incluyen audio y vídeo, y otras en las que los visitantes pueden participar activamente. Más de un centenar de monigotes son parte de la exhibición.
Tras abandonar el discurso de Eloy Alfaro, el público pasa a la siguiente escena, donde la concejala brasileña asesinada en 2018, Marielle Franco, y el líder de la revolución haitiana Francois Toussant hablan sobre la lucha del pueblo afro por cimentar sus derechos.
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Leer másJunto a ellos, en la siguiente palestra, el escritor peruano José María Arguedas lee un discurso sobre la identidad indígena y la mestiza. Este pronto se convierte en un rap, proyectado en una pantalla, a cargo de la agrupación Mugre Sur, que musicaliza las palabras del autor.
En la siguiente estación, titulada ‘Intermedio’, los visitantes pueden cubrir monigotes en blanco con palabras e imágenes que sienten que representan su propia identidad o la identidad latinoamericana.
Ahí, estos también se detienen a grabar un mensaje de esperanza.
En el segundo acto, titulado ‘El volcán’, los visitantes pasan por un salón de clases, donde la docente que imparte la materia es sor Juana Inés de la Cruz, por un temazcal, donde Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango pululan, por una selva de papel, donde habita un enorme jaguar amazónico, y por una membrana, desde donde se marca el auge petrolero y sus efectos.
Las estaciones desembocan en una ‘asamblea’ de monigotes, donde los visitantes se sientan a escuchar los mensajes de esperanza que ellos mismos grabaron, y cortos de afamados discursos de personajes como el poeta chileno Pedro Lemebel y la activista Lorena Cabnal.
“Buscábamos que a través de esta suerte de resumen de acontecimientos relevantes de la región y de la exposición de temas decisivos para nuestras sociedades, el público reflexione sobre la constitución de las identidades, la educación, la naturaleza, el espacio público y la historia”, agregó Noriega.
La propuesta ha atraído a cerca de 6.000 visitantes desde su apertura reciente, y contando con funciones agotadas a diario.
La última escena es ‘La fiesta’, desde donde resuena salsa a todo volumen. ¿Por qué concluir así? La mediadora educativa de la muestra, Carolina Daniels, lo resume: “bien o mal, para el latinoamericano, todo termina en fiesta”. Archipiélago In(di)visible’ estará abierto hasta fin de mes.
De mercado a espacio cultural
La muestra se inaugura con la historia del Palacio de Cristal del parque Itchimbía, cuya estructura metálica llegó al país en 1899, traída por el gobierno del general Eloy Alfaro. En 1920 se convirtió en el mercado de Santa Clara, ubicado en aquella época entre las calles Benalcázar, Cuenca y Rocafuerte.
Tras caer en desuso y ser consignada al olvido, la estructura fue recuperada por el Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural en 2004, año desde el cual es un centro cultural.
- Funciones. La muestra se puede visitar de lunes a domingo a las 09:30, 11:30, 13:00 y 14:00. El ingreso es gratuito.